Los estudios se han realizado en fincas de Son Macià, Manacor y Artà. | Gori Vicens

TW
0

Ante los claros efectos que el cambio climático produce sobre la agricultura, hay que buscarle soluciones. Una de ellas pasa por la eficiencia de los recursos, teniendo en cuenta que de cada día la falta de lluvia es más notoria. Por ello, la Associació de Productors Ecològics de Mallorca (APAEMA) ha iniciado un plan experimental para saber el grado de humedad que tiene la tierra. Para ello, ha comprado varias sondas para realizar lecturas de la humedad y poder acertar más con el riego, y evitar así gastar agua inútilmente.

El técnico de APAEMA, Miquel Serra, explica que «se trata de unos sensores que se entierran y que van realizando lecturas continuas para saber el grado de humedad que tiene la tierra. A partir de esos datos que luego interpretas, te permiten ver cómo va evolucionando esta humedad, lo que junto a las características climáticas te indica cuando es el momento adecuado para regar». APAEMA instaló a finales de abril tres sondas, en terrenos agrícolas de Son Macià, Manacor y Artà. La intención es que estén colocadas toda la campaña de verano en las plantaciones de tomateras e ir mirando estas lecturas para ver cómo funcionan y cómo se puede ahorrar empleando sólo el agua necesaria.

El agua en exceso

Un exceso de agua también suele ser perjudicial para la planta; y, siendo el agua un recurso de cada vez más escaso hay que ir con cuidado a no malgastarla. Eso no quiere decir que la agricultura tenga que renunciar al riego; es el sector que más lo merece, pero si hay maneras de ahorrar agua, se tienen que llevar a cabo, y ésta es la finalidad de la colocación de las sondas.

«Lo que hacemos es comparar el lugar donde hemos puesto las sondas con lugares donde no hay y vamos haciendo las lecturas con el contador y mirando el ahorro de agua que significa tener estas sondas, porque evidentemente ajustarás mucho más el riego teniendo una lectura visual y no sólo yendo por la sensación o por la experiencia adquirida con lo que uno siempre ha hecho», ha explicado Miquel Serra.

Esta iniciativa de APAEMA forma parte de un proyecto mucho más amplio con los productores de hortaliza. Consiste en reunir a pequeños agricultores, de hortaliza y que cultivan en ecológico, para ayudarles con los aspectos técnicos: el control sanitario, establecer la programación para que estuvieran en contacto entre ellos y poder vender el producto conjuntamente a las grandes superficies, ir distribuyendo las siembras entre todos y que no se interfirieran entre ellos, así como marcar el calendario de que se dispondría para ofrecer el producto. De esta manera se aúnan esfuerzos.