Ahora, un importante estudio histórico ha recopilado y documentado hasta 125 variedades de uva diferentes arraigadas en las Islas, gracias al trabajo realizado por los historiadores Antoni Puig Palerm y Rosa Pascual Ordinas, bajo la coordinación de Carme Garau Taberner y Joana Maria Luna Prohens.
Todas estas variedades, algunas de ellas ya no se cultivan y se habían perdido de la memoria colectiva, han sido recopiladas en un libro: Els noms de les varietats de raim a les Illes Balears. Recull de les mencions publicades entre el 1787 i el 2017.
En el libro, además de explicar los pormenores técnicos y populares de cada variedad, también se indica en qué zonas de las Islas se cultiva o cultivaba –algunas son características de un solo municipio mientras que otras están catalogadas en varios- y con los nombres con los que son indistintamente conocidas dependiendo de la zona geográfica. No tienen el mismo nombre en Felanitx que en Inca, por poner un ejemplo.
Este estudio se ha realizado por encargo del Institut de Recerca i Formació Agroalimentaria i Pesquera (IRAF) de la Conselleria d'Agricultura del Govern. Esta semana ha sido presentado en Felanitx. Para su redacción, los autores han consultado 178 volúmenes de diferentes archivos y bibliotecas diseminadas, así como publicaciones y documentos que denominaran las variedades, tanto de vinificación como de uva de mesa. Han estudiado algunas obras muy conocidas como el Die Balearen del Arxiduc o los informes que hacían los técnicos funcionarios de los servicios de agricultura, como es el caso de los manuscritos de Sotorras, maravillosamente escritos a mano con una caligrafía envidiable. También han consultado archivos y bibliotecas públicas y privadas. «El resultado es este recopilatorio que indica el nombre que se daba a cada variedad, otras denominaciones sinónimas, la referencia bibliográfica, y los municipios donde se cultivaba», ha explicado el historiador Antoni Puig.
En este sentido, la primera cita que encontramos es de Tofiño de San Miguel, del año 1787, que dice: «Los vinos de Mallorca son de muy buen gusto, y tienen varias calidades como el Pampol Rodat, Mollar, Malvasías y otros de Bañalbufar, la Garnacha, Girons y la Momona de Pollenza y otros vinos blancos y tintos». Y así hasta las 125 variedades que han podido ser documentadas en este libro que está a disposición de todos los ciudadanos interesados, en internet.
Se trata de una aportación totalmente original porque hasta la fecha no había habido ningún estudio tan amplio hecho sobre el conjunto de variedades de viña cultivadas en las diferentes Islas. Es una guía de consulta muy útil tanto para enólogos, bodegueros, aficionados y agricultores que siembran viña, cultivo muy de moda y en auge estos últimos años.
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