Se trata de la combinación perfecta entre la estimulación física y mental. | Freepik

TW
0

La llamada "rutina del explorador" es una práctica que se está volviendo tendencia en el ámbito de la salud mental y física, gracias a las recomendaciones de expertos de la Universidad de Harvard. Esta rutina combina ejercicio físico con la exploración y la curiosidad, alentando a las personas a salir de su zona de confort para estimular la mente y el cuerpo.

El concepto se basa en la idea de que la mente necesita novedad y desafío para mantenerse activa y saludable. La rutina del explorador implica realizar caminatas, senderismo u otras actividades al aire libre con un enfoque especial: explorar el entorno, observar detalles, descubrir nuevas rutas y sumergirse en la naturaleza. Al involucrarse en un entorno cambiante y novedoso, el cerebro recibe una estimulación diferente a la de una actividad física repetitiva o un ejercicio en interiores. Esto tiene un impacto positivo en las funciones cognitivas, la creatividad y el bienestar emocional.

Además de los beneficios para la mente, esta rutina fomenta la conexión con la naturaleza, lo que a su vez reduce los niveles de estrés y mejora el estado de ánimo. La exploración activa del entorno promueve una conciencia plena, ya que se invita a observar los detalles, los sonidos y los olores, lo que enriquece la experiencia sensorial y ayuda a despejar la mente de las preocupaciones diarias.

La recomendación de Harvard también destaca que el simple acto de cambiar de ruta o de introducir variaciones en las caminatas diarias puede contribuir a este proceso de estimulación mental. La rutina del explorador no requiere habilidades atléticas ni equipo especial, lo que la hace accesible para personas de todas las edades y niveles de condición física. El objetivo es cultivar una actitud de curiosidad y descubrimiento, algo que cualquier persona puede practicar, ya sea en un parque cercano, una montaña o incluso en las calles de una ciudad.