Mucha gente no es consciente del peligro que puede tener esta práctica | PV Productions

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Los utensilios de madera, como cucharas, espátulas y tablas de cortar, son comunes en muchas cocinas debido a su durabilidad y estética. Sin embargo, introducirlos en el lavavajillas puede comprometer su integridad y, lo que es más preocupante, la seguridad alimentaria.

La madera es un material poroso que absorbe humedad con facilidad. Al someterse a las altas temperaturas y la humedad del lavavajillas, estos utensilios pueden hincharse, agrietarse y deformarse. Estas fisuras no solo reducen la vida útil del utensilio, sino que también crean espacios donde las bacterias pueden alojarse y proliferar, aumentando el riesgo de contaminación cruzada en la cocina.

Además, la combinación de detergentes agresivos y calor intenso en el lavavajillas puede eliminar los aceites naturales de la madera, dejándola más susceptible a daños y absorción de olores y sabores no deseados. Este desgaste acelerado no solo afecta la funcionalidad del utensilio, sino que también puede liberar pequeñas astillas que podrían mezclarse con los alimentos, representando un peligro físico para los consumidores.

Desde una perspectiva de seguridad alimentaria, las grietas y porosidades en los utensilios de madera proporcionan un ambiente propicio para la formación de biopelículas, comunidades de microorganismos que se adhieren a las superficies y son difíciles de eliminar. Estas biopelículas pueden albergar bacterias patógenas como Salmonella, Listeria y E. coli, responsables de enfermedades transmitidas por alimentos.

Para mantener la higiene y prolongar la vida útil de los utensilios de madera, se recomienda lavarlos a mano con agua tibia y jabón neutro, secándolos inmediatamente con un paño limpio. Es aconsejable evitar sumergirlos en agua durante períodos prolongados y, ocasionalmente, aplicarles aceite mineral apto para uso alimentario para mantener su hidratación y resistencia.