. La Dormición de la Virgen María (Miquel d’Alcanyís, 1442; Museu Parroquial d’Alcúdia). | Gaspar Valero
El 15 de agosto es una de las fechas importantes del calendario de fiestas de Mallorca. Muchos pueblos celebran sus festejos populares por la «Mare de Déu d'Agost» o la «Mare de Déu Morta» o la Dormición de la Virgen, que de estos modos se conoce el día de la Asunción de Nuestra Señora.
La Asunción de María según la leyenda Àuria
María, cuando tenía unos 72 años de edad, recibió de un arcángel el anuncio de su final en esta vida terrenal. Los apóstoles, dispersos por medio mundo, con motivo de su ardua labor de predicación, fueron transportados milagrosamente y estuvieron presentes ante el lecho mortuorio de la Virgen. En la estancia, también apareció un coro de ángeles y, finalmente, descendió Cristo. La Madre solicitó a su Hijo que su cuerpo no se corrompiera, así como vivir con Él en el Cielo. En ese momento se produjo el óbito, amortajando los apóstoles su cuerpo. Después del velatorio, María fue conducida en un ataúd hasta el sepulcro, verosímilmente en el huerto de Getsemaní, siendo enterrada. El apóstol Tomás llegó tarde y le tuvieron que abrir la urna para que pudiera venerar a la Virgen. Pero, ¡sorpresa!, dentro del sarcófago sólo encontraron sus atuendos funerarios; dedujeron su resurrección... o su despertar, suponiendo que sólo estuviera dormida, e inmediata asunción al Cielo. Los apóstoles, admirados y consolados, lloraron. Tomás, incrédulo, recibió el cíngulo (correa) mariano que sirvió de prueba material para confirmar la Asunción. Una vez la Asunta llegó Cielo, se produjo la Coronación por parte de la Santísima Trinidad.
Ascensión y Asunción
-¡A ver, ‘Vell Professor', tendremos que repasar estos conceptos, algo complicados para unos youtubers como nosotros!
-Sí, Profesor -dice otro-, ¿qué diferencia hay entre Ascensión y Asunción? ¿No será eso una discusión bizantina?
-No, no, ninguna discusión bizantina. Yo no soy ningún teólogo, pero puedo deciros que, semánticamente la diferencia es clara y ahora mismo la explicaremos... con ayuda, por supuesto, de textos doctrinales. ¿Preparados?
-Sí. Sí, ¡adelante!
-Pues resulta que Jesucristo es el Hijo de Dios hecho hombre, con las dos naturalezas: humana y divina. Cuando Cristo fue al Cielo en cuerpo y alma al final de su vida terrenal y después de la Resurrección, lo hizo con su propio poder. Jesús mismo fue el agente activo del milagro. Él subió al Cielo. Sin embargo, María es una criatura de Dios, dependiente de la Gracia de Dios para todo. Ella no fue al Cielo con su propio poder, sino que fue llevada al Cielo por Dios. Es decir, fue el agente pasivo del milagro. María fue «asunta en el Cielo».
-Ah, vale... los dos suben al Cielo, pero no en las mismas condiciones. En la Ascensión Cristo sube al Cielo y, en la Asunción, María es conducida al Cielo.
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-Efectivamente. Si bien, en ambos casos se trata de una subida al Cielo, en el mundo católico se aplica el término «asunción» a la Virgen María (por antonomasia: 'hecho de ser elevada al Cielo la Virgen María en cuerpo y alma' ) y «ascensión» a Jesucristo (también por antonomasia: 'subida de Cristo al Cielo').
-¡Entendido, ya hemos aprendido algo más!! Por cierto, existe una tradición preciosa en Mallorca que es la de los «Llits de la Mar de Déu Morta».
Sí, hermosa y antigua tradición. Hoy no hablaremos de ella, porque nos centraremos en la procesión de ses Crestes de Valldemossa, però, de paso, podemos recomendar el libro coordinado por Gabriel Carrió i Vives, titulado L'Assumpció de la Mare de Déu (Consell de Mallorca-Bisbat de Mallorca, 2018), con varios artículos sobre la fiesta de la Asunción y los «Llits».
Notas sobre la fiesta de la «Mare de Déu d'Agost» en Mallorca
El obispo Berenguer Batle (1333-1349) elevó la fiesta de la Asunción a la máxima categoría. La procesión de la Asunta en la Seu de Mallorca empezó en el año 1456 a petición del gobernador del reino Francisco de Erill y de los jurados de la Ciudad y Reino de Mallorca, fijándose entonces su ceremonial: Los canónigos de la Catedral, vestidos de apóstoles, llevaban en procesión la imagen gótica de la Virgen Muerta que todavía se conserva actualmente. A principios del siglo XVII los cossiers bailaban en Sineu para la Virgen de Agosto. El 15 de agosto de 1755 todavía se documenta la procesión de la Virgen en la Catedral. Como dice el P. Gabriel Llompart, buena parte de las iglesias importantes celebraban procesiones en las que los apóstoles cargan con la imagen de la Virgen muerta: la procesión actual de Valldemossa y la tradición escrita de Felanitx de mediados del siglo XVIII lo corroboran ». Por otra parte, los cossiers de Montuïri realizan la primera salida día 15 de agosto, recuperándose recientemente la interpretación de la danza «Gentil Senyora» ante el túmulo de la Virgen, en la iglesia parroquial. En Alaró los cossiers el día de Sant Roc (16 de agosto) también salen y ejecutan la misma danza, en este caso rodeando el lecho mariano.
La «Processó de ses Crestes» de Valldemossa
En Valldemossa, desde hace siglos, el 14 de agosto, vigilia de la Asunción, se celebra la procesión en homenaje a la Mare de Déu Morta o l'Assumpta. Recibe el curioso nombre de «processó de ses Crestes» por las aureolas, halos o nimbos que, a modo de diadema, y como vestigio de la indumentaria escénica de raíz medieval, llevan los 4 hombres, que simbolizan a los apóstoles, portadores del lecho o ‘llit' de la Virgen María. Muestran también el nombre del apóstol correspondiente. Además de las 'crestas', van vestidos con una túnica blanca y lucen un fleco rojo. Es tradición que los hombres que transportan a la Virgen estén casados.
La procesión de la Mare de Déu d'Agost se realizó por primera vez en 1531. En 1567, el obispo Diego de Arnedo, en su visita pastoral, ordenó a los obreros de la Asunta que hicieran un lecho para la figura de la Virgen, para ponerlo en medio de la iglesia. En 1595, el historiador Joan B. Binimelis remarca la solemnidad de la celebración, con participación de mucha gente de toda la isla y con complemento de danzas y carreras.
Como recuerda Joan Cabot Estarellas en la revista Miramar, los cuatro portadores tienen asignada siempre la misma posición, una de las cuatro barras que sostienen el lecho o ‘llit'; esta tradición les ha llegado por 'deixa' o herencia del antecesor. La vigilia de la Asunta, terminada la función religiosa, cogen la imagen de la Mare de Déu Morta, que está situada junto al altar mayor, dan una vuelta al templo y, a continuación, precedido por unos estandartes, sale el cortejo por el portal lateral. Recorren la calle de la Rectoria, giran por la calle de la Amargura y, llegados a la Creu de Baix, suben un trozo de calle de la Constitució hasta que llegan a la plaza de l'Església. Ya a punto de terminar, entran en el templo por el portal mayor. Acabada la procesión se canta una Salve, colocada la Virgen sobre el lecho, situado a los pies del templo. Entonces llevan la imagen al altar mayor, el público la venera y el celebrante reparte brotes d'alfabaguera (albahaca). Es tradición que pasando a los niños por encima de la Virgen, se liberan de padecer hernia, y también que pasar un dedal sirve para que los niños tengan buena dentición.
El P. Llompart profundiza en la procesión de ses Crestes y la compara con la procesión de Felanitx, hace tiempo desaparecida: «Se trata de una tradición ligada a varias familias, en virtud de la cual uno de sus miembros participa anualmente en la fiesta de la Virgen de Agosto llevando en la procesión la imagen sobre los hombros. El nombre alude al dispositivo que llevan sobre la cabeza en forma de cresta, todos y cada uno de ellos, además de llevar una indumentaria general a modo de alba. ¿Qué demonio era esta cresta?... La única consueta local conservada en Mallorca del siglo XVIII, la del párroco Esteban Bordoy, nos dice que en su tiempo ya había desaparecido esta costumbre en su parroquia de Felanitx, «por lo ridículo que era ver a doce agricultores arropados con polainas y dalmáticas».
Y es que, aclara, en tiempos anteriores al suyo, la imagen de la Virgen yacente era llevada por «diez hombres vestidos con «camis» o albas y dalmáticas, con una cresta donde estaba escrito el nombre de un apóstol. Delante iba San Juan y detrás San Pedro, con capa pluvial». He aquí lo que eran las ‘crestes'. El recurso para identificar a los apóstoles: el nombre propio. Puesto que no se podía utilizar ningún otro recurso como el de llevar en la mano el instrumento propio de su martirio —como se hacía en el Corpus Christi de la Seu de Mallorca desde el siglo XV— porque como había que cargar la imagen, hubieran quedado embarazados y enredados. Los campesinos de Valldemossa sólo llevaban últimamente la prenda llamada alba; los campesinos de Felanitx, antes de la crítica Ilustración, llevaban además dalmáticas, salvo el figurante de San Pedro, capa pluvial».
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