Los regalos forman parte de la Navidad, pero no todos tienen que ser materiales. | Freepik

TW
0

La Navidad es una de las épocas más especiales del año, pero también tiene un elevado grado consumista que llega a generar estrés y auténticos quebraderos de cabeza a muchas personas. Por una parte, están los problemas para acertar con los gustos de la persona a la que regalamos. Por otra, los problemas económicos para poder adquirir el regalo que nos gustaría. Para evitar este malestar y vivir el auténtico espíritu navideño, la coach personal y de salud Marga Almarcha sugiere apostar por regalos no materiales, que vayan directos al corazón.

Sin embargo, reconoce que «veces nos podemos quedar bloqueados al pensar en regalos no materiales». Para evitar que esto suceda, insta a «pensar en la otra persona, no solo desde lo que le falta o no tiene, si no también en lo que nosotros podemos hacer por ella y, a veces esto se encuentra en las cosas más simples y que pasan inadvertidas». Estas son algunas ideas que pueden ser de gran utilidad para hacer felices a nuestros seres queridos:

-Aprovecha estas fechas para hacer una cadena de favores entre tu familia. «Hacer algo por alguien ya es especial, por eso crear esta cadena entre tu familia para que cada uno haga algo bueno por el otro y así sucesivamente, generará en todos y cada uno de los miembros de la familia un clima de bienestar», manifiesta Almarcha.

-Los calendarios de adviento son quizá de las cosas más sencillas y más ilusionantes de la Navidad. «¿Qué te parece si haces uno para tu pareja, hijo, hija, mamá, papá…o quien tu quieras donde cada día le regales una frase bonita, una actividad contigo, un recuerdo juntos…momentos mágicos que podréis compartir con muchísimo cariño», propone la coach..

- Además, platea a las personas que tienen amigos o familiares lejos si se han planteado mandarle una postal de Navidad. «Aprovecha y saca toda tu creatividad y aparta tu vergüenza, haciéndola tu mismo. Seguramente le llegue con más ternura, sobre todo pensando en la dedicación que hay detrás».

-También sugiere regalos para los compañeros de trabajo. «No hay mejor regalo que sentir que somos vistos por los demás y valorados, que te parece si a tus compañeros de trabajo les regalas una frase sobre lo importante y lo que significan para ti. Muchas veces no tenemos la oportunidad de hacerlo y, quizá son fechas para ponernos a ello.

- Tampoco se olvida de los amigos. «Seguramente tendrás una amiga o alguien que no estará pasando por su mejor momento. Un buen regalo sería presentarte en su casa de improviso con un plan de comida o cena y con la única intención de escucharla sin juzgar…estoy convencida de que se sentirá eternamente agradecida». Además, insta a regalamos todos y cada uno de nosotros el regalo de cambiar la mirada, el ver la vida como un regalo y vivirla como si la abriéramos cada día, sorprendiéndonos cada mañana.

Regalos materiales

Almarcha también da una serie de recomendaciones para las personas que se decanten por hacer regalos materiales. Una forma de gastar menos es hacer un listado con lo que realmente se quiere comprar para cada persona porque lo necesite o sepamos que le hace ilusión, lo que evitará caer en la improvisación y en regalos de última hora, por los que podemos pagar precios más elevados. En referencia a lo anterior, podemos amplificarlo si además hemos asignado una cantidad que consideremos adecuada para cada regalo, lo que nos ayudará también a buscar opciones diferentes de obsequios, poniendo en marcha nuestra imaginación.

-También invita a evitar las comparas innecesarias o los 'por si' que muchas veces sólo llevan a gastar de más y, que pueden no gustar con lo que acaban apartados en un rincón. La forma de pagar también nos ayudará a ahorrar. Por lo que es momento de utilizar más efectivo a fin de controlar de una forma más realista el gasto navideño. «Si prefieres tirar de tarjeta opta por las de débito, donde tu gasto está supeditado a lo que tienes en cuenta», sugiere la coach.

«Sin duda, muchos son los consejos para reducir nuestro gasto en estas fechas navideñas, donde parece que el consumismo acampa a sus anchas en grandes almacenes, tiendas exclusivas y tiendas de juguetes, llevado en volandas y empujado por unos villancicos que no paran de sonar. En este ambiente es fácil caer, sobre todo si dejamos de sentir el verdadero espíritu de la Navidad que no es otro que, el de compartir. Y puede ser que en el significado de esa palabra se esconda el verdadero y más valioso regalo que nos podemos hacer los unos a los otros», reflexiona Almarcha.

A su modo de ver, las navidades son fechas para compartir momentos en familia, con amigos, en casa, de viaje, pero si de algo se caracteriza es sin duda, por la cantidad de regalos que acabamos recibiendo en ciertos días señalados. La coach personal y de salud explica que «el principal carácter religioso de estas fechas ha pasado a un enfoque más consumista, donde adquirir el juguete más novedoso, el móvil de última generación o el bolso más exclusivo se prioriza por encima de la esencia misma de estas fechas, en un afán por que ni familiares ni amigos se queden sin ese regalo maravilloso que tanto esperan».

Almarcha advierte que «en este bucle en el cual nos vemos inmersos, dirigido principalmente por las empresas a través de campañas muy potentes de publicidad, a veces nos podemos olvidar de las consecuencias que sobre nuestra cuenta bancaria pueden tener nuestras conductas. Al ser épocas donde tradicionalmente se va a generar un gasto, podemos caer en el consumismo fácil. Por ello, es importante mantener los pies en el suelo y comprar de una forma responsable, evitando endeudarse más de lo necesario».

«Las navidades son fechas donde cada vez se está poniendo más de relieve la parte consumista de las mismas, como si fuera la época del año donde gastar está excusado. Aún así sería bueno que no se perdiera la esencia de lo verdaderamente importante: compartir con las personas que queremos y que están en nuestras vidas. Y que, como excusa, la Navidad sirviera para ver a los demás con ojos más humanos», concluye.