Imagen del centrocampista del Atlètic Balears Joan Oller recibiendo la entrada de un jugador del Lleida en el encuentro de la primera vuelta. | ultimahora.es

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El encuentro entre el Nàstic de Tarragona y el Atlètic Balears del pasado 9 de febrero se sigue jugando en los despachos y mañana podría escribirse un episodio clave en el devenir del enfrentamiento. Y es que el Comité de Apelación tiene previsto emitir el viernes su fallo tras recibir el recurso blanquiazul a las alegaciones del club catalán. No obstante, cabe destacar que el caso aún podría continuar su recorrido a través del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) e incluso el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés) en función de la resolución.

Después de que el pasado 19 de febrero el Juez de Competición le diera la razón al ATB en la alineación indebida de Tomeu Nadal en la 25ª jornada, el Nàstic, que perdió el partido (0-3) y se vio obligado a pagar una multa de 3.000 euros, se ha defendido ante el Comité de Apelación impugnando el reglamento de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) al considerarlo inconstitucional. Además, el equipo tarraconense argumenta que su presupuesto y estructura son profesionales y por lo tanto tendría que regirse por los misma normativa vigente en la LFP.

Respuesta

El recurso del Atlètic Balears, realizado por el letrado Antoni Bennàssar, solicita que se «mantenga íntegramente la resolución del Juez» al considerar que ha quedado demostrado «el fraude de ley que claramente ha realizado el Nàstic de Tarragona desde el inicio de la temporada». El ATB sostiene que Tomeu Nadal, con más de 23 años, ha tenido la ficha del filial desde el inicio del curso sin llegar a disputar encuentro alguno con la Pobla de Mafumet. Además, advierte que la Segunda División B no es una competición profesional, tal como demuestra que los campeonatos pertenecientes a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) son únicamente los de Primera y Segunda División.

El club mallorquín defiende que la normativa vigente fue votada en su momento por los clubes, incluido el Nàstic, y que establece unas limitaciones acordes a las reglas del juego sin vulnerar por ello los derechos fundamentals. Además, resalta que el hecho de tener tres millones de presupuesto no propiciaría un régimen especial en una liga como la Segunda B que es amateur por definición.

Pasado

Otro de los aspectos que argumenta el recurso es la «violación de la doctrina de actos propios». Y es que el filial del Nàstic, la Pobla de Mafumet, impugnó un encuentro ante el Figueres argumentando una situación idéntica a la del caso de Tomeu Nadal. En aquella ocasión el conjunto filial del Nàstic impugnó el partido por la alineación indebida de Jordi Cruz y la RFEF falló a su favor. Es decir, el reglamento que le permitió ganar un encuentro en los despachos en el pasado no resulta apropiado ahora.

El ATB resalta que el propio Nàstic defendió que la Segunda B no es una categoría profesional para no pagar la antigüedad a Pedro Mairata, que tenía derecho a percibir una cantidad que le fue negada al jugar su última campaña en la categoría de bronce y no ser una liga profesional.