Saltó España al parqué del Indonesia Arena con la energía que le caracteriza, con la intención evidente de querer mandar e imponer su ritmo con las novedades en el quinteto inicial de Sergio Llull y de Víctor Claver en el lugar de Álex Abrines y de JoelParra, que lo hicieron ante Costa de Marfil.
Consiguió la selección de Scariolo el objetivo y en el minuto cuatro mandaba con cinco de ventaja. Juan Núñez comandó con personalidad desde atrás, y Willy y Juancho Hernangómez pusieron los puntos dentro de la pintura. Pero Brasil no fue Costa de Marfil y, como era de esperar, no se amilanó ante el buen comienzo de la campeona del mundo. Yago Santos y Caboclo volvieron a ser los jugadores diferenciales de esta Brasil que, aunque sin el lesionado Raulzinho Neto, encontró siempre una alternativa para evitar el entramado defensivo español y mantener el marcador ajustado al final del primer cuarto (22-21).
Se mantuvo la paridad en el inicio de segundo con Brasil muy acertada, exigiendo el máximo a esta España que volvió a demostrar que sabe sufrir. Avisaron en la previa Llull y Scariolo, y así fue. Pero aguantó paciente las embestidas brasileñas y en el momento en el que notó debilidad hizo daño. Mucho daño. Dos triples de Alberto Díaz (3/3 desde el perímetro) pusieron el 28-34. España volvió a exprimir al máximo sus oportunidades, pero sobre todo sus virtudes como equipo. En ese instante, cuando entró el segundo triple de Díaz seguido, se notó que Brasil estaba algo tocada. No fluía con tanta verticalidad y empezó a fallar todo lo que había anotado en el primer cuarto. Fue incapaz de responder la 'verdeamarela' ante la buena defensa española y Rudy anotó un triple que acabó por confirmar el gran momento hispano. Se exhibió España en defensa, con Juan Núñez como líder absoluto con 6 rebotes defensivos y 2 robos.
España no quitó el pie del acelerador y rubricó un parcial de 10 puntos (32-44 a falta de 4 minutos) y, por si no hubiera sido suficiente, Núñez se unió a la fiesta anotadora con dos tiros a una sola pierna y mano que, combinados con el resto de la nueva generación, personificada en un gran partido de Aldama (13 puntos y 3 rebotes) y de Garuba cerrando el aro, permitieron a España encarar el túnel de vestuarios con 8 de ventaja en el marcador. Reaccionó tras el descanso Brasil y recuperó el nivel mostrado durante el primer cuarto. Volvió a ser agresiva de la mano de un De Paula que se unió al despliegue de Caboclo y Yago para recortar distancias y colocar el 59-64 para el último cuarto. Pero no fue suficiente ante el vendaval de Núñez y compañía y a la buena defensa puesta en práctica por los europeos.
Un último envite en el que el protagonista de la noche no quiso guardar su varita y aceleró el juego para seguir aumentando el rédito ante un Brasil ya desnortada y desahuciada, minimizada por la desfachatez del joven base madrileño, a la que se sumó el gran partido de Garuba y el acierto de Aldama para redondear una noche prácticamente perfecta. Los jóvenes ya están aquí. Y España ya está en segunda fase.
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