La plantilla del Palmer Basket Mallorca en la presentación en el restaurante Varadero. | Jaume Morey

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A los pies de la Catedral de Palma. Enmarcado en una postal impresionante, el Palmer Basket Mallorca 2024-25 echa el vuelo. Tras conseguir la salvación de manera agónica, el tercer año del proyecto empieza con más ilusión que nunca. Un proyecto que nace de la mano de Marco Justo como entrenador principal de una plantilla más joven y más completa que la temporada anterior.

En el restaurante Varadero de Palma, patrocinadores, directivos y políticos han presenciado una presentación original y con el lema ‘El color de una illa’ y la ilusión de llegar a lo más alto posible. El presidente de la entidad mallorquina, Vicenç Palmer, trasladó a los asistentes, la intención de ilusionar a la gente que confía en el equipo. «Esperamos que sea un año muy bonito y que sigamos creciendo a nivel social», mencionó. En el tercer año de un proyecto que nació en Llucmajor, el Palmer Basket afronta su segunda temporada consecutiva en la tercera categoría del baloncesto nacional. «El año pasado empezamos muy bien, pero este año buscamos ser más consistentes. Poco a poco, con dedicación, esfuerzo y respeto iremos cumpliendo con los objetivos que nos proponemos», insistió el máximo dirigente del club palmesano.

A su vez, el presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, ratificó el apoyo de las instituciones insulares en el proyecto del Palmer. «Es un orgullo como va creciendo el club y que poco a poco se esté convirtiendo en un referente en la isla y en España. Durante la legislatura, tienen nuestro apoyo», afirmó ante los asistentes.

Por otro lado, el entrenador, Marco Justo, que llegó este verano procedente del Palencia, comentó que su idea es trabajar para ser mejor cada día. «En el vestuario les hemos trasladado una teoría que es la del 1 %. En ella, insistimos en mejorar un 1 % diario. Si lo conseguimos, llegaremos muy alto», recordó el míster.

Para el cuerpo técnico, uno de los puntos claves en esta temporada es hacer que el pabellón mallorquín sea un fortín. «Queremos que se llene cada semana que jugamos aquí», finalizó.
Por último, el capitán del equipo, el mallorquín Joan Feliu, ejerció su posición de liderazgo para ser prolongación del entrenador en la cancha. «Tenemos una plantilla joven, con mucha ilusión y queremos que la gente esté orgullosa de su equipo cada vez que jugamos en Son Moix», mencionó.