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Efe|ZARAGOZA
El Consejo de Administración del Real Zaragoza destituyó ayer al entrenador del primer equipo, Paco Flores, por los malos resultados del conjunto, que actualmente se encuentra en zona de descenso, según informaron fuentes del club. El Consejo de Administración, reunido ayer en la sede del club maño, decidió destituir al técnico catalán, al que los malos resultados y el pobre juego exhibido por el equipo le han costado el puesto. Paco Flores cumplía en el Zaragoza su segunda temporada tras lograr el ascenso del equipo a la Primera División en la pasada campaña. Flores llegó al equipo aragonés, proveniente del Espanyol, en junio de 2002 y, a pesar de lograr el deseado ascenso y de haber reforzado el equipo con fichajes como Savio, Milito o Villa, no ha logrado que éste juegue un fútbol competitivo, motivo por el que se encuentra en el fondo de la tabla clasificatoria (es antepenúltimo) con diez derrotas, cinco empates y cinco victorias.

El consejo de administración del equipo aragonés necesitó de hora y media para tomar la decisión de la destitución del preparador catalán. Los dirigentes zaragocistas se reunieron a las 14,30 horas en la sede del club para comer y decidir sobre la continuidad del técnico, al que a las 16,00 horas le fue comunicada por el presidente, Alfonso Soláns, la decisión tomada. El club maño agradece públicamente a Paco Flores la «entrega profesional» prestada durante el desempeño de sus funciones, destacando en especial el hecho de haber logrado el ascenso del equipo a Primera División en la pasada temporada. El Real Zaragoza no ha llegado todavía a un acuerdo con un entrenador que sustituya a Paco Flores, pero el aragonés Víctor Muñoz parece ser el que más probabilidades tiene de recalar en el club que le vio nacer como jugador, con el que finalizó su carrera como futbolista y al que también perteneció posteriormente como director deportivo, ya que se encuentra en negociaciones con el club zaragozano.

Desde su llegada al conjunto zaragozano Flores fue claro, transparente y no engañó a nadie: «el que quiera ver espectáculo que se vaya al circo», espetó en más de una ocasión en la temporada en Segunda División, para explicar que, en el fútbol, lo único que vale son las victorias. Esta filosofía chocó frontalmente con la del director deportivo del Real Zaragoza, Miguel Pardeza, con quien el desencuentro era evidente, pues éste último defiende un concepto futbolístico en una órbita completamente diferente a la del técnico, algo que quedó también patente a la hora de contratar jugadores en la temporada en curso, ya que se mantuvo el criterio del club por encima del defendido por el preparador en la mayoría de los casos. Sin embargo, los resultados, que no el juego, mantuvieron al ex técnico del Espanyol en la temporada en Segunda en la que logró el ascenso.