El delantero brasileño del Valencia Jonas Oliveira (d) celebra con sus compañeros Roberto Soldado (i) y Sofiane Feghouli (c). | Efe

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Valencia 3 - 1 Bayer Leverkusen


Valencia: Alves, Miguel, Rami, Víctor Ruiz, Mathieu, Topal, Banega Tino Costa, m.24), Pablo, Jonas (Jordi Alba, m.74), Feghouli (Piatti, m.59) y Soldado.

Bayer Leverkusen: Leno, Castro, Friedrich, Toprak, Kadlec, Bender (Reinartz, m.79), Rolfes, Sam (Jorgensen, m.84), Ballack, Schurrle y Kiessling (Derdiyok, m.75).

Goles: 1-0, m.1: Jonas. 1-1, m.31: Kiessling. 2-1, m.65: Soldado. 3-1, m.74: Rami.

Árbitro: Jonas Eriksson (SWE). Amonestó por el Valencia a Tino Costa y Mathieu, y por Bayer Leverkusen a Ballack, Sam y Toprak.

El Valencia se mantiene vivo en la Liga de Campeones gracias a su victoria ante el Bayer Leverkusen, por 3-1, en un partido en el que jugó a ráfagas, pero en el que aprovechó sus opciones para doblegar a su rival hasta ahora más directo en la lucha por la clasificación.

Además, el 3-1 final le permite tener a favor la diferencia particular de goles.

El encuentro tuvo fases de dominio alterno, con una buena salida del Valencia, una recuperación del control por parte del Bayer, sobre todo al principio de la segunda mitad, y una etapa final en la que la efectividad local fue determinante.

El gol de Jonas, aproximadamente a los diez segundos de juego, fue la anécdota del partido. El tanto dio alas al Valencia y supuso un mazazo para el equipo alemán, ya que el tanto llegó tras un gran error del meta Leno, que pasó el balón al atacante del Valencia, quien le batió con un disparo muy preciso.

El Valencia no aprovechó el impulso de su gol y del infortunio del rival para rematarle, aunque dispuso de algunas aproximaciones peligrosas a la meta del Bayer, al tiempo que la lesión de Banega mermó su potencial.

Poco a poco, sin embargo, el conjunto alemán entró en el partido tanto por la mejoría en su juego como por el empecinamiento habitual del Valencia en la actual temporada de no rifar ningún balón por comprometida que sea la situación: la consigna es jugarlo haya mucho o poco riesgo. Cuando hay mucho, el rival tiene sus opciones.

De esta forma, la pelota estaba casi siempre cerca de la portería local. El meta Alves realizó una gran parada a tiro de Schurrle poco antes de que un perfecto centro de Ballack permitiera que Kiessling, con un buen cabezazo, empatara el partido a la media hora de juego.

El Valencia no había sabido aprovechar su ventaja. Había ido de más a menos ante un rival que creció con el paso de los minutos y aunque los locales crearon peligro en alguno de sus contados contragolpes, éstos no dieron para que el equipo marcara el 2-1 y se fuera al descanso con ventaja.

En los primeros minutos del segundo periodo, el Bayer fue mejor. No sufrió en defensa, elaboró el juego con fluidez y sólo le faltó llegada ante un Valencia que fue algo más directo que en la primera parte, pero que no inquietó la meta de Leno.

Sin embargo, cuando el Valencia más tocado parecía, una gran jugada por la banda de Pablo y Mathieu fue rematada con precisión y de tacón por Soldado. Leno tocó el balón, pero no pudo pararlo. El Valencia volvió a cobrar ventaja y fue otro: mucho mejor.

El gol dio confianza al equipo español tras unos minutos de incertidumbre. Sus jugadores se rehicieron y a la salida de un córner, un cabezazo de Rami puso el 3-1 en el marcador a un cuarto de hora del final, lo que sentenció el encuentro.

El Bayer tocó el balón bien en algunos momentos del encuentro, pero apenas dispuso, al margen del gol, de un par de ocasiones que Alves desbarató.