Real Madrid Castilla: Pacheco; Quini, Llorente, Pulido, Casado; Omar Mascarell, Cristian Gómez (José Rodríguez, min.46), Lucas, Burgui; Borja (Jaime Romero, min.62) y Rozzi (De Tomás, min.69).
Zaragoza: Leo Franco; Cortés, Álvaro, Laguardia, Rico; Paglialunga, Movilla (Acevedo, min.59), Abraham; Montañés, Barkero (Cidoncha, min.52) y Henríquez (Víctor, min.75).
Goles: 0-1, min.5: Henríquez. 1-1, min.59: Burgui. 1-2, min.76: Víctor.
Árbitro: Sánchez Martínez (Comité murciano). Amonestó a Paglialunga (min.21), Borja (min.44), Laguardia (min.56), Lucas (min.59), Montañés (min.72), De Tomás (min.78) y Álvaro (min.79).
El Zaragoza ha conseguido su segunda victoria consecutiva (1-2) a costa de un Castilla que aún no sabe lo que es puntuar en la Liga Adelante tras encadenar seis derrotas en seis partidos.
Buscando poner fin a una mala racha, Toril alteró algunas piezas. Burgui salió de inicio en el extremo izquierdo mientras que Mascarell hizo pareja en el mediocentro con Cristian Gómez. Además la baja de Derik propició que Quini formara en el lateral derecho y Llorente como central. Kiko Femenía, por decisión técnica, no entró en la lista definitiva.
Sin embargo, y pese al cambio de protagonistas, la historia de terror del Castilla parece no ver su cenit. Bastó para demostrarlo el primer acercamiento del Zaragoza. Montañés botó un córner desde la izquierda, Álvaro lo orientó hacia el palo con la cabeza y Hénriquez recogió el rechace adjudicándose el primero de la tarde.
El filial madridista, que sigue sin dejar su portería a cero, volvía a mirar de frente a la adversidad. Sin embargo lo hizo con buena cara, quizás la mejor en lo que va de curso. Suelto y voluntarioso, empezó a construir y dispuso de la más clara con un remate de Rozzi que chocaba contra el larguero.
En el descanso, Cristian Gómez dejó su sitio a José Rodríguez, que le metió una marcha más al ataque de los blancos. Con la misma intención pero más gasolina, de los avisos se pasó a los hechos. Un disparo de Borja lo despejaba con gran acierto Leo Franco. Burgui, atento a la jugada, cazó el esférico poniendo el empate.
El gol suponía el primero para un jugador de ataque esta campaña y lo celebraron los futbolistas haciendo piña alrededor del técnico mostrándole su apoyo. Sin embargo los momentos de felicidad merengue parecen escasos y efímeros.
Poco más de quince minutos después Víctor, que acababa de pisar el césped, maniobró con acierto al borde del área sorprendiendo con su golpeo posterior a Pacheco. A partir de ese momento los aragoneses supieron conservar el resultado y llevarse los tres puntos para desesperación de un Castilla que sigue sin despertar.
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