Real Madrid Castilla: Pacheco; Quini, Llorente, Cabrera, Casado; Aguza, Mascarell, Lucas Vázquez, Burgui (Lucas Torró, min.80); José Rodríguez (Medrán, min.57) y Willian José (De Tomás, min.88).
Sabadell: Nauzet; Cristian, Crespí, Olivas, Clerc (Víctor, min.57); Antonio Hidalgo (Llorente, min.67), Ciércoles, Collantes, Sotan; Gato (Tamudo, min.67) y Aníbal.
Goles: 1-0, min.58: Medrán. 2-0, min.65: Medrán. 2-1, min.83: Llorente
Árbitro: Muñoz Mayordomo (Colegio castellano-manchego). Amonestó a Clerc (min.10), Burgui (min.12), Sota (min.61) y Pacheco (min.93).
El Real Madrid Castilla ha conseguido este sábado una victoria trascendental ante el Sabadell (2-1) que le permite depender de sí mismo en la última jornada para lograr el objetivo de la permanencia en la Liga Adelante.
Arrancó el partido con poco ritmo y ambos conjuntos estudiándose sobre el césped. Una fase analítica que vino acompañada de carencia de ocasiones. De hecho el primer acercamiento reseñable no llegó hasta el minuto 19, cuando Antonio Hidalgo se encontró con un balón dentro del área y definió con un taconazo que detuvo Pacheco.
El susto despertó al Castilla, que comenzó a usar la banda izquierda como el camino más directo hacia el gol. Allí estaba Burgui, receptivo y voluntarioso. El extremo elaboró dos acciones que aterrizaron en las botas de Lucas y José Rodríguez. La primera la despejó bien Nauzet y la segunda se fue por encima del larguero.
Ese intercambio de golpes tuvo continuidad con un tiro de Ciércoles que rechazó Pacheco y concluyó antes del descanso con otro de Casado que rozó el palo. El tiempo de bocadillo aumentó el apetito de los blancos, que salieron a morder desde la reanudación.
Avisó primero Willian José, tocando metal con una falta desde la frontal ejecutada de forma impecable. Toda una declaración de intenciones a la que se unió Aguza. El mediocentro asomó por la media luna, pero su impacto encontró el guante de Nauzet.
En busca de mejor premio, José Manuel Díaz se encomendó al desparpajo de Medrán. Este respondió consagrándose cuando más falta hacía. Tanto que el primer balón que tocó, obsequio de Burgui, acabó en la red después de desviar su trayectoria Crespí. No terminó ahí su ángel ya que poco después tuvo la paciencia suficiente para encarar al propio Crespí y definir posteriormente con un tiro raso que aumentó la renta.
El gol aletargó al filial y a punto estuvo de pagarlo cuando en el minuto 83 un balón aislado al área lo capturaba Aníbal para asistir a Llorente y que este pusiera el 2-1. El sufrimiento consiguió sobrellevarlo un Castilla que, tras un curso de altibajos, sabe que la permanencia está ya en sus manos.
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