Seguidores del River enfrentándose a la policía antes del encuentro de la Copa de Libertadores, que finalmente se suspendió. | Efe

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La Policía Nacional trabaja ya de forma preliminar para coordinar el dispositivo de seguridad en torno a la final entre River Plate y Boca Junior que se jugará el 9 de diciembre en el Santiago Bernabéu, para cuando se espera movilizar en torno a 2.000 agentes. Los detalles del despliegue, no obstante, dependerán de la decisión que se adopte sobre la venta y reparto de entradas, ante la posibilidad de que puedan desplazarse a Madrid aficionados radicales.

Fuentes policiales consultadas han explicado que, tras el 'sí' del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ayer desde el avión que lo trasladaba a la reunión del G-20 en Buenos Aires, el dispositivo policial depende en primer lugar de la decisión sobre el reparto de entradas.

«No se puede plantear con seriedad ni este ni ningún dispositivo deportivo hasta que no se sepa si se venderán entradas, y cuántas o cómo, en Argentina», enfatizan las citadas fuentes, que recuerdan que la Comisión Estatal contra la Violencia debe aún fijar si el partido se declara de alto riesgo, como es previsible por los antecedentes del River-Boca que se suspendió por graves altercados.

Tras la reunión de urgencia de este jueves en la Delegación del Gobierno, los expertos de la Policía esperan a la reunión entre la CONMEBOL, organizador de la Copa Libertadores, el Real Madrid --dueño del estadio-- y la Real Federación Española de Fútbol, que auxilia en cuestiones preparatorias como la venta de entradas.

El diseño del plan depende en gran parte de la previsión que se haga de la asistencia o no de aficionados violentos venidos desde Argentina u otros países. Se remiten a decisiones previas como si se permitirá el acceso al Bernabéu de hinchas de Boca, después de que en el partido de ida en la Bombonera no se vendieran entradas al equipo visitante. Lo acordado entre las directivas era que en el partido de vuelta en el Estadio Monumental sólo asistieron los aficionados de River.

Para el partido del 9 de diciembre en el Bernabéu, con capacidad para 80.000 espectadores, se baraja colocar en los fondos --detrás de las porterías-- a las aficiones rivales de River y Boca. El Real Madrid, en algunas ocasiones receloso para ceder su estadio, sentaría en los fondos a aficionados del club blanco con la intención de separar a las hinchadas antagónicas.

¿QUIÉN PAGA EL COSTE?

En octubre de 2016, la entonces delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, se quejó ante los equipos de fútbol para que «pusieran medidas» en coordinación con los organismos internacionales para castigar individualmente los comportamientos violentos. Reveló que 3.000 ultras polacos del Legia de Varsovia habían destrozado mobiliario urbano pese a la movilización de 2.000 agentes, incluyendo a los Policía Nacional y los de Local.

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Fuentes sindicales recuerdan a Europa Press que el dispositivo se tendrá que diseñar en «tiempo récord», nueve días desde este viernes al 9 de diciembre, y que obligará al refuerzo de plantillas y al cambio de días de descanso fijado en un mes de diciembre que comienza con el Puente de la Constitución y finaliza con la Navidad, cuando se suelen reforzar las medidas de seguridad en zonas de gran afluencia por el nivel 4 de alerta alta por la amenaza terrorista.

«Una vez más la pregunta que nos tenemos que hacer todos es por qué la seguridad pública para un evento privado la tenemos que pagar entre todos», ha comentado en declaraciones a Europa Press el portavoz del SUP, Ramón Cosío, que habla de «coste inasumible para el erario público».

En cualquier caso, las fuentes conocedoras del dispositivo policial recuerdan la experiencia de la Policía en eventos deportivos y la importancia del trabajo preventivo. Se remiten a la ausencia de altercados en el Mundial de Rusia del pasado verano, por ejemplo, donde hubo desplazamiento de aficiones con pasado violento. La clave, advierten, está en el control desde la salida del país de origen, por lo que subrayan la importancia de la colaboración policial entre España y Argentina.

COORDINADOS POR SEGURIDAD CIUDADANA

Los expertos policiales de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, que es quien coordina este tipo de dispositivos, cruzan ya información sobre la afinidad de aficiones de equipos españoles con las 'barras brava', ante la posibilidad de que puedan aprovechar el partido para visibilizarse en Madrid. Tampoco se descarta el desplazamiento de aficionados argentinos de países europeos.

El blindaje de la llegada de los autobuses al Bernabéu y el control sobre las aficiones se realizaría utilizando el protocolo habitual en cualquier partido de alto riesgo en España. Se tiene muy presente que la CONMEBOL suspendió el partido de vuelta (2-2 en la ida) de la final de la Copa Libertadores en el Estadio Monumental de River tras los graves episodios de vandalismo en los aledaños, donde aficionados del equipo local lanzaron piedras y botes de gas contra el autobús de Boca.

Sobre la cantidad de policías que requiere un evento deportivo de estas características, las fuentes policiales consultadas evitan dar por ahora una cifra cerrada pero recuerdan como pista que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, habló recientemente que en una final de Champions se suele movilizar a unos 2.000 agentes. Señalan igualmente que además de los 'antidisturbios' de UIP o UPR, especialistas en el control de masas, existen otras unidades menos visibles pero de igual importancia como Información.

Uno de los puntos señalados como claves en el entramado de seguridad son los aeropuertos, tanto los de salida como Madrid-Barajas, para prevenir sobre la infiltración de radicales. Tras los altercados que obligaron a suspender el River-Boca se sitúa a Héctor Guillermo Godoy, conocido como 'El Caverna', principal sospechoso de lo que las investigaciones judiciales señalan como una venganza por el operativo policial que requisó un día antes del segundo partido de la final de la Copa Libertadores una importante cantidad de entradas y de dinero que tenía este hincha de River.