La sentencia desestima íntegramente la demanda de Neymar, que reclamaba el pago de 43,6 millones de euros por un bonus de renovación, y estima en parte la demanda presentada por el FC Barcelona, en virtud de la cual el jugador tiene que devolver esos 6,7 millones.
«El FC Barcelona expresa su satisfacción por la sentencia dictada hoy por el Juzgado Social 15 de Barcelona, en relación con las demandas interpuestas entre el FC Barcelona y el jugador Neymar Jr en reclamación de cantidad en resarcimiento del signing bonus suscrito en la última renovación contractual», comunicó el club.
No obstante, la sentencia puede ser recurrida por parte de Neymar y sus abogados, y el FC Barcelona asegura que continuará defendiendo «con firmeza» sus «legítimos intereses».
Dicha sentencia pone fin a un juicio cuya vista, a la que no se presentó Neymar pese a viajar a Barcelona, tuvo lugar el 27 de septiembre de 2019. En el juicio, el Barça reclamó 22,5 millones de euros a Neymar por incumplimiento de su contrato, al fichar con el PSG en agosto de 2017.
Por su parte, los abogados del jugador reclamaron al club catalán 43,65 millones de euros relacionados con una segunda parte de un bono de renovación.
En el juicio, el abogado de Neymar, Germán Martínez, explicó que el Barça firmó con el jugador un contrato por cinco temporadas en 2013 pero que el 1 julio de 2016 hicieron un nuevo contrato que «sustituía el anterior» a pesar de que el anterior seguía en vigor.
El letrado detalló que en el contrato del 1 de julio de 2016 se estableció un 'signing bonus' de 64,4 millones brutos, una cantidad que se debía pagar al jugador por el hecho de firmar, y que el pago se dividió en 20,75 millones antes del 31 julio de ese año y los restantes 43,65 millones antes del 31 julio del 2017, segunda cantidad que no se pagó.
Dicha cifra fue depositada ante notario por parte del Barça, que esgrimió que Neymar renovó con el Barça sabiendo que iba a acabar firmando, poco después, por el PSG tras el pago de la cláusula de rescisión de 222 millones de euros.
El abogado que representó al FC Barcelona, Carles McCragh, se opuso en la vista a la reclamación del jugador y explicó que había un primer contrato por cinco temporadas, de 2013 a 2018, y que el «incumplimiento el último año» por parte de Neymar comportaba que el club pudiera reclamar 1,75 millones.
Según el abogado del Barça, se hizo el primer pago de 20,75 millones del bonus para conseguir que el contrato referente a los años 2016-2021 se prorrogara a 2022, mientras que la segunda cantidad de 43,65 millones era un 'loyalty bonus' a pagar «cuando finaliza el contrato y cuando se llegue a la temporada 2021-2022» para premiar la fidelidad del jugador.
Ha añadido que en el contrato de 2016 se indicó que las cantidades se podían avanzar al 31 julio 2016 y al 31 julio de 2017, respectivamente, y que se pagó la primera cantidad pero que al llegar el momento de pagar la segunda se «sabía perfectamente» que el jugador no tenía ningún interés en continuar en el club.
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