Los 'reds' salieron dispuestos a finiquitar lo antes posible el partido y la eliminatoria. Con su habitual ritmo vertiginoso y directo y una presion asfixiante, arrinconó al conjunto 'encarnado', incapaz de tener respiro y sufriendo desde el pitido inicial del español Jesús Gil Manzano. Poco más de un cuarto de hora tardó el Liverpool en encontrar premio a una insistencia personificada principalmente en Naby Keita, cuyas apariciones desde segunda línea crearon muchos problemas en la primera media hora. Sin embargo, fue a balón parado, en un saque de esquina lanzado por Robertson y cabeceado sin oposición por Konaté, como se adelantaron los de Klopp.
El tanto no despertó a un Benfica que no conseguía contener el aluvión al que le estaba sometiendo su rival y que se encomendaba a lo que pudiese 'rascar' arriba Darwin Núñez. Luis Díaz, otro de los quebraderos de cabeza de los locales en el primer tiempo, se topó en su mano a mano con Vachlodimos, y Salah tampoco acertó en una rápida transición tras un robo de Thiago Alcántara. El equipo portugués tuvo su 'mejor' ocasión en un remate fallido de Otamendi a balón parado, pero a continuación recibió el 0-2. Alexander-Arnold envió un gran pase a Díaz y este, ante la salida del guardameta, se la dejó de cabeza a Mané para que el senegalés la empujase. En el tramo final, Salah tuvo el 0-3 tras otro envío del lateral derecho, pero Vachlodimos lo evitó, y Rafael Silva lo intentó sin éxito para los de Nelson Verissimo en un contragolpe.
Pero todo cambió tras el paso por los vestuarios. El Liverpool trató de mantener la iniciativa, pero el Benfica encontró energía extra con el tempranero gol de Darwin Núñez. El delantero uruguayo no perdonó un fallo en el despeje de Konaté y el 1-2 reavivó a los locales, que decidieron meter más ritmo al partido. El choque se abrió ya en dos direcciones, aunque los hexacampeones de Europa, pagando el flojo partido de Salah y Mané y la poca aparición de Luis Díaz, no lo pudieron aprovechar. Sí estuvieron cerca de hacerlo las 'Águilas', que rozaron el empate con un disparo de Everton que detuvo Alisson. Klopp reaccionó con un triple cambio y buscó soluciones nuevas arriba con Firmino y Diogo Jota por su dupla africana, sin demasiado éxito.
El paso de los minutos le empezó pesar a un Benfica que se vio de nuevo algo encerrado por un Liverpool que manejó mejor el tramo final y dio el último golpe en Da Luz. Keita armó una 'contra' y envío un buen pase a Luis Díaz, que había tenido una clara ocasión anteriormente y que esta vez no perdonó para regatear a Vachlodimos y dejar casi vista para sentencia la eliminatoria. El portero griego, de todos modos, salvó ante Jota un nuevo mano a mano en el minuto 97.
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