Ilustres del banquillo

Le siguen dos preparadores cuyo nombre es capital entre la figura de técnicos de la Isla como son Luis Cela y Pedro González. Los dos son preparadores a los que el fútbol balear respeta y admira porque han marcado una era en nuestro deporte. Jaume Bauçà es sin duda otro de los referentes de esta época moderna. Por sus conocimientos, su carácter y su experiencia, el entrenador de Sineu sigue siendo uno de los técnicos imprescindibles de las Illes Balears, pese a que lleva años sin tomar un equipo. Sin duda, su trabajo en equipos de Tercera como por ejemplo el Cardassar, el propio Constància y a partir de ahí su singladura también en el Mallorca, donde llegó a dirigir al primer equipo, no se olvidan. Fueron años donde Bauçà dejó una impronta imposible de olvidar. De hecho, para muchos de sus colegas en la Isla sigue siendo uno de los mejores entrenadores de nuestra comunidad. Y es que un banquillo de tanta responsabilidad como el del Constància ha tenido siempre la necesidad de contar con entrenadores top. Todos ellos no ocultaron su emoción al pisar de nuevo el Nou Camp de Inca.

Juan Manuel Darder, otro preparador imprescindible de nuestro fútbol también tuvo su época en el Constància. Dedicación, profesionalidad, tesón y conocimientos avalan su paso por un club que le recuerda también con orgullo. Joan Company es un ilustre que en los principios de la década de los ochenta dirigió los destinos de un club que estaba en pleno crecimiento. Han pasado los años, pero Company sigue recordando partidos, fechas, jugadores y momentos inolvidables.
Volviendo a la época moderna hay que nombrar a dos preparadores imprescindibles como son Nico López y Carlos Martínez. Sin duda su paso por el Constància forjó todavía más su fibra como técnicos. El club ganó mucho con ellos y a su vez ambos también aumentaron su nivel en una entidad que siempre es exigente con todos, tanto futbolistas como los propios entrenadores.

Durante el encuentro los entrenadores compartieron minutos con el presidente Rafel Palou y el alcalde de Inca, Virgilio Moreno. Es difícil juntar tantas pizarras de nivel en un mismo espacio y todos ellos, en muchas ocasiones rivales en el campo, estrecharon sus manos para recuperar esos momentos donde portaron el escudo del Constància en su pecho y defendieron sus colores. Siempre dando lo mejor de cada uno, con sus aciertos y sus defectos, trataron de dejar el nombre del club en lo más alto superando momentos difíciles desde el punto de vista económico y también deportivo. Ahora, las riendas las ha tomado Guillem Llaneras, uno de los técnicos mejor preparados de la Isla por los años que lleva en equipos punteros. Bajo su dirección el club blanquinegro sigue estando en muy buenas manos.