Los jugadores de la selección española de fútbol celebran la victoria, al término del partido de cuartos de final de la Eurocopa que España y Alemania han disputado este viernes en Stuttgart. | Alberto Estévez

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España ya está entre las cuatro mejores de Europa. El grupo de De la Fuente apeó al anfitrión por primera vez en su historia. Y lo hizo con un gol de Merino en el 119’ que ya se sitúa al lado de aquel tanto de Puyol ante Alemania que abrió las puertas del Mundial de 2010. España supo sufrir. Dominó durante una porción notable de la cita y también se encerró atrás cuando la ‘Die Mannschaft’ tocó a zafarrancho y forzó la prórroga en el 89’ gracias al tanto de Wirtz. Incluso en esos momentos más bajos, sin Lamine ni Nico -las estrellas de la Euro fueron sustituidas en el segundo acto- ‘la Roja’ se arremangó para vivir en el alambre.

En la prórroga, el árbitro no vio y el VAR no quiso verlo unas manos clarísimas de Cucurella dentro del área que hubiera podido alterar el destino.

Cuando los penaltis asomaban en el horizonte, Dani Olmo (el MVP del encuentro) le entregó un regalo a Merino que el navarro agradeció. Su remate, académico y preciso, desató la locura en un país que se ha ganado el derecho a soñar. Esta selección ha vuelto a encender la luz con un fútbol divertido y sin complejos. Alemania ya está de vacaciones... y Kroos, ya retirado, descansa después de hacer disfrutar a toda una generación.