Festival arlequinado ante el Andratx | Pilar Pellicer

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A base de golpes, un vendaval arlequinado conquistó el Campo municipal Toni Tatxa. En el nuevo hogar, de momento, del Andratx, el Sabadell dejó claro que está de paso por la categoría, ante unos 'gallos' imberbes y que todavía no se han amoldado al grupo que quiere que se vea José Contreras.

A lo largo de todo el partido, el Andratx ha tenido que ir a remolque del Sabadell. Un exmallorquinista abrió la lata a los 15 minutos de juego. Sergio Cortés superó a Elías con un gran disparo desde la frontal del área, al que poco pudo hacer el meta andritxol. El golpe fue duro, pero no dejó a los mallorquines en la lona. Al minuto 36, Javier Hermelo igualaba de cabeza, pero la alegría duró menos que un caramelo en la puerta de un colegio. Tras sacar del centro del campo, Álex González se vestía de francotirador y mandaba la pelota a guardar en la escuadra del Andratx. Es el segundo partido consecutivo en que encajan tras haber marcado. Un problema que empieza a preocupar a Contreras.

Sin embargo, Adrián Flaqué puso la cabeza en una jugada embarullada en área arlequinada e igualó al borde del descanso. Para felicidad local y enfado generalizado en el cuadro catalán. Se vislumbraba una segunda parte apasionante en el Toni Tatxa, pero el resultado iba a convertirse en un infierno para el Andratx.

A los diez minutos de la reanudación, el Sabadell aprovechó un error de la zaga local para poner el 2-3 y acto seguido, Marc Saéz hacía lo propio ante la pasividad de los defensores azules. No habían pasado 15 minutos y el partido estaba sentenciado. Más cuesta arriba se puso el encuentro para el Andratx cuando Javi Sánchez dejó con diez a los suyos a falta de veinte minutos. A pesar de eso, Isma Estévez recortó distancias. Un halo de ilusión, pero que quedó empañado por un penalti a falta de cinco minutos. A punto de sentenciar el Sabadell, Elías Ramírez demostró su valía deteniendo la pena máxima. Sin embargo, Toni Ripoll sentenció. La puntilla para el quinto y la desesperación ahogó a un Andratx sobrepasado y que todavía no se ha amoldado a su plantilla.