Imagen de la parada del bus que une Porte Maillot y La Concorde. | F.F.

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Se habla del agua del Sena, de las colas, de la calidad de la comida en la Villa... pero un tema que nunca falla es el del transporte. Al sabotaje el día de la ceremonia inaugural de la red ferroviaria se ha unido la incidencia que dejó en tierra a quienes viajaban hacia el sur. En el caso de los Juegos, rumbo a Marsella para pisar la subsede de vela. La falta de información y el caos en las estaciones de París era un capítulo más de un serial interminable.

Líneas de metro que se cierran de repente por averías; vagones en los que no funciona el aire acondicionado, nadie para informar a quienes no sepan francés, autobuses que se pierden, otros que no llegan a su destino o desaparecen y nunca llegaron a salir, no en hora, sino del punto de partida. La experiencia para muchos compañeros de la prensa está siendo apasionante.

La muestra, el compañero Pedro Fullana, periodista 'manacorí' de la Cadena Ser que tuvo que guiar con Google Maps al conductor de su bus. Pensábamos que sería una anécdota, pero se ha convertido en algo cotidiano. Muchas veces uno sabe que va a llegar a la competición. Otra cosa es cuándo y cómo. La falta de previsión y organización está dejando al transporte de París 2024 a años luz de Tokio o, un ejemplo más próximo, Londres 2012. Y quedan once días...