Albert Torres, en un momento de la prueba de puntuación en el Omnium de los Juegos Olímpicos de París 2024. | MARTIN DIVISEK

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Dieciséis años después de la plata olímpica de Llaneras y Tauler en Pekín, el ciclismo en pista balear se asoma de nuevo al velódromo con opciones reales de medalla en unos Juegos. Será en la pista de Sant Quentin-en-Yvelines, este sábado y a partir de las 17:59 horas en la misma prueba en la que llegaron esas dos últimas medallas isleñas en una disciplina representada de nuevo en París, al igual que en Tokio, por el binomio habitual: el menorquín Albert Torres y el castellonense Sebastián Mora.

Una pareja fiable, experimentada, pero con el plus que aporta el menorquín, de 34 años, que tras ser cuarto en el Omnium y firmar una espectacular puntuación, invita a soñar en una pista en la que en 2015 logró la plata en el Campeonato del Mundo de la modalidad, un año después de ser oro en Cali junto a David Muntaner. La sexta plaza de Tokio sabe a poco y tienen claro que están ante una gran oportunidad para sumar una medalla para la pista, huérfana tras la marcha de Llaneras y compañía y encomendada a ambos para volver al podio.

Torres y Mora han visto crecer sus opciones tras el concurso del balear en el Omnium. Pero todos apuntan a los franceses, con Benjamin Thomas -oro en Omnium pese a caerse- al frente y el factor ambiental a su favor. La experiencia de los daneses, con Morkov a los mandos, o los belgas De Vylder y Van den Bossche, o los británicos Hayer y Wood, sin dejar de lado a Italia, que podría presentar a Ganna o Alemania, con Kluge como referente.

Tras subcampeonatos del mundo y un título adornan a Albert Torres, que quiere dar a Menorca su tercera medalla olímpica, tras las dos de Sergio Llull en baloncesto (plata en Londres 2012 y bronce en Río 2016) y recuperar el pulso a un deporte que era un seguro de preseas años atrás.