El accidente ha tenido lugar en el Circuito Mallorca de Llucmajor. | Fernando Fernández

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La prueba de Minivelocidad del Campeonato de Baleares que este pasado fin de semana se disputó en el Circuit Mallorca de Llucmajor fue escenario de un susto de altura que parece haber quedado en eso. Y es que un joven piloto, de quince años de edad, participante en la categoría de Minimotard Aficionado, sufrió un duro accidente al perder el control de su moto y golpearse con dureza la cabeza minutos antes de las doce del mediodía, según informaron fuentes sanitarias.

 En un primer momento la incertidumbre se apoderó del recinto, aunque la inmediata intervención de los equipos de emergencia presentes en el trazado, ayudaron a agilizar el traslado del deportista hasta el Hospital Universitario de Son Espases, dada la gravedad del percance, descartando el centro hospitalario habitual en estos casos.

Tras el inesperado incidente, el piloto accidentado quedó inconsciente, lo que activó todos los protocolos de emergencia en estos casos. Una ambulancia de soporte vital del SAMU 061 que cubría el servicio de riesgo previsible en ese mismo lugar procedió a su traslado, siendo el primer diagnóstico el de un traumatismo craneoencefálico grave, a la espera de evaluar en Son Espases el alcance real del golpe. Allí, se estableció el protocolo de politrauma grave.

Pruebas

En el citado centro hospitalario, se le sometió al deportista a una serie de pruebas con la finalidad de descartar o evaluar posibles daños cerebrales y otro tipo de lesiones. El TAC realizado al piloto los descartó, pero quedó sedado en un principio en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Son Espases, bajo observación y siguiendo al minuto su evolución, aunque desde el primer momento, el equipo médico responsable descartó que pudiera correr peligro su vida.

El padre del piloto, que también tomaba parte en el certamen, estuvo en todo momento presente, mientras que desde la Federación Balear de Motociclismo, organizadora del evento, se acompañó al familiar y se siguió el devenir de los acontecimientos, que con el paso de los minutos dibujó un escenario más optimista y tranquilizador tras los nervios iniciales.

Tensión

Los primeros momentos posteriores al accidente fueron de enorme tensión, parándose la carrera -que fue cancelada posteriormente una vez que el piloto herido fue trasladado a Son Espases- para focalizar toda la atención en el trabajo de los servicios de asistencia sanitaria.

Con la llegada al centro hospitalario del piloto, las nuevas informaciones fueron más tranquilizadoras, aunque por seguridad y siguiendo los protocolos médicos se optó por sedarle.

La Federación Balear de Motociclismo (FBM), con su presidente y vicepresidenta, Rafa Cañellas y Gema del Valle, presentes en el escenario del percance, arroparon al padre del piloto en los primeros compases y una vez ya en Son Espases, donde las previsiones por parte del equipo médico pasaban por ir eliminando la sedación para conocer mejor su evolución tras el impacto y, si es positiva, en breve poder trasladarle a planta y darle el alta lo antes posible tras un susto que llenó de incertodumbre a una carrera de motos, una fiesta de las dos ruedas, que    acabó en susto.