Youba Sissokho tras su derrota en Río. | PETER CZIBORRA

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Parecía digerida la derrota ante el uzbeco Giyasov, pero en la noche del lunes, el boxeador mallorquín Youba Sissokho, provocó la alarma en las redes sociales al publicar un duro mensaje que desvelaba un secreto que llevaba consigo desde hace meses. Un combate, tal vez el más duro y doloroso, y en el que llevaba peleando en silencio hace un tiempo. El púgil isleño, que compitió en los Juegos dentro del peso welter (69 kilos), desvelaba que ha convivido durante el último tramo de la clasificación para los Juegos, e incluso peleó en su primer y único combate en Río pese a tener un tumor en el cuello, además de salir al paso con dureza y contundencia contra quienes, tras la derrota y en anteriores ocasiones, pusieron en duda su compromiso con el equipo español.

«Me duele ver tanto hipócrita en el mundo, pero bueno, yo estoy tranquilo y con la cabeza bien alta, con un tumor en el cuello hemos conseguido llegar hasta los Juegos Olímpicos de Río», escribía dolido Sissokho, quien minutos después eliminaba ese mensaje, aunque el comentario ya se había expandido por las redes y diversos medios que empezaron a hacerse eco del tema.

«Los que me conocen saben de lo que soy capaz, y los que no, solo decirles que me gustaría verles luchando con un bulto en el cuello y enfrentándose a sí mismos para poder seguir adelante», continuó en referencia a una dolencia que no le ha impedido ser olímpico en Río, y según fuentes proximas al boxeador, se trata de un tumor benigno por el que tiene en mente pasar por el quirófano para poder extirparlo y poder seguir así con su vida personal y deportiva con total normalidad. Igualmente, Sissokho quiso dar las gracias «a todas las personas que me han apoyado, animado y llenado de energías. Mi familia, tanto mi equipo y todos mis seres queridos, tanto los que están aquí presentes como los que me protegen desde arriba». También apovechó su escrito en Instagram y Twitter para decirles «a los que cuestionan si soy español (nació en Dakar, Senegal) o no, creo que me dejé sangre, lágrimas y corazón por mi bandera roja y amarilla, España», sentenció.