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Fundidos y sin poder de reacción. La plantilla de Vázquez anda sumergida en un mar de dudas y el entrenador mallorquinista no es capaz de encontrar remedio a una situación de crisis que se ha acentuado esta semana tras las derrotas frente al Galatasaray y al Racing de Santander.

El equipo ofrece claros síntomas de cansancio, de agotamiento físico y mental y destila una aroma a debilidad que aprovechan los rivales para superar al grupo balear.

En descargo de Vázquez cabe destacar que el de Castrofeito trabaja con un número reducido de futbolistas pero también Cúper confeccionaba sus equipos basándose siempre que podía en los mismos jugadores. También el entrenador gallego y su equipo han dirigido por primera vez en su carrera a un equipo que está en Europa y carecen de experiencia. Sin duda no han sabido encontrar la forma de tener al equipo lo mejor preparado posible para disputar las dos competiciones. Físicamente la preparación no ha sido buena y de hecho sólo hay que echar la vista atrás y comparar los resultados que dio el trabajo de Juan Manuel Alfano con el que está dando el de Manuel Pombo.

Fernando tiene muchos cabos sueltos en su entorno y que hacen todavía más difícil el resurgimiento del equipo. Sin ir más lejos hay futbolistas que han declarado públicamente su inconformidad con las decisiones del técnico y, por el momento, no ha pasado nada. El vestuario puede convertirse en una bomba de relojería ya que cierto sector de la caseta está totalmente enfrentada con los criterios del entrenador. En este aspecto también Vázquez tiene mucho que aprender de Cúper. En los años que el preparador argentino estuvo en el Mallorca nadie se atrevió a decir nada a nivel público y cuando lo hizo las intervenciones de Héctor se dejaron notar y hay dos ejemplos claros. El primero cuando un jugador llamado Barbero se atrevió a sonreir dentro del vestuario después de una derrota en Las Palmas en partido de Copa. El defensa acabó días después en el Hércules de Alicante. El segundo ejemplo del poder que tenía y que no dudaba en ejercer Cúper fue cuando Lauren tuvo problemas con los servicios médicos al final de campaña. El argentino recriminó la actitud del futbolista y no volvió a contar con él.