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El ciclista del Kelme-Costa Blanca Ricardo Otxoa, que falleció al ser atropellado por un vehículo en la localidad malagueña de Cártama, recibió en la tarde de ayer el cariño de miles de vecinos, aficionados y profesionales del ciclismo en los funerales que tuvieron lugar en la localidad vizcaína de Berango.

Desde las diez de la mañana, numerosas personas despidieron al ciclista vizcaíno acercándose a la capilla ardiente instalada en el salón de plenos del Ayuntamiento de Berango, localidad natal de los hermanos Otxoa, que declaró tres días de luto, mientras las banderas ondean a media asta. También fue destacada la presencia de centenares de ciclistas que en bicicleta llegaron a la localidad vasca para rendir un sentido homenaje a Ricardo Otxoa. Los multitudinarios funerales por el alma de Ricardo Otxoa tuvieron lugar a las 6 de la tarde en la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán en Berango. Miles de personas abarrotaron la pequeña iglesia y acompañaron en el trayecto desde el Ayuntamiento hasta la Iglesia al féretro que estuvo respaldado por un pasillo de honor plagado de ikurriñas.

Fueron muchas las personalidades que se acercaron a Berango para acompañar a la familia Otxoa en el funeral de Ricardo. Entre otras, destacó la presencia del secretario de Estado para el Deporte, Juan Antonio Gómez-Angulo, así como todos sus compañeros y directores del equipo ciclista Kelme-Costa Blanca, de la Sociedad Ciclista Punta Galea, donde comenzaron en el mundo de la bicicleta los hermanos Otxoa, y el resto de grupos tanto profesionales como amateur que inundaron con coronas de flores el Ayuntamiento berangés.Tras los momentos de emoción contenida el funeral terminó con la interpretación del Agur Jauna y un Aurresku de honor.