Carlos Domínguez realizó un partido completo en el día de ayer. El público abucheó a Aragonés al sustituirlo.

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1 MALLORCA: Leo Franco; Olaizola, Niño, Nadal, Miquel Soler; Novo, Engonga, Finidi, Luis Carreras; Carlos y Luque.
Cambios: Francisco Soler por Novo, Armando por Carlos y Güiza por Luque.
0 ATHLÉTIC DE BILBAO: Lafuente; Larraínzar, Lacruz, Oscar Vales, Del Horno; Felipe, Orbaiz, Joseba Etxeberría, Julen Guerrero, Alkiza; Urzaiz.
Cambios: Urrutia por Felipe, Tiko por Orbaiz y Yuste por Yulen Guerrero.
GOL: 1-0, min. 31: Carlos.
ÀRBITRO: Ramírez Domínguez, del colegio navarro. Amonestó a Larraínzar y Lacruz del Athlétic.

TOMEU TERRASA
El Real Mallorca se alió con el acierto de Carlos Domínguez para vencer por la mínima ante el Athletic de Bilbao y situarse a dos puntos de la zona de Liga de Campeones.

Etxeberria dio el primer y único susto del Athletic al rematar fuera un balón que salió rechazado del puño de Franco. Era el minuto dos. El otro aspecto noticiable ocurrió 30 minutos después. Finidi peina un balón en el medio campo "fue lo único que hizo" Carlos se aprovecha del rebote, mete la directa con dirección al área y bate de tiro raso y cruzado ante la salida del portero vasco. Uno a cero y descanso.

En la reanudación el punto de intensidad, por parte del Mallorca, fue un tanto superior, aunque no lo suficiente como para que su juego enamorase. Nada más lejos de la realidad. Sin embargo sí hubo acciones claras de gol. Miquel Soler envió un balón al palo y Carlos puso en serios apuros a Lafuente hasta en dos ocasiones. El Athletic estaba sobre el campo. La afición se percató de ello cuando Etxeberria aprovechó un error de Nadal para hacer brillar a Leo Franco. Esta acción, junto a la que tuvo este mismo futbolista en el minuto dos, fueron las únicas acciones de peligro por parte del rival.

A todo esto Aragonés movía el banquillo y no muy acertadamente. Dejaba en el campo a un inexistente Finidi sacrificando a Carlos, Novo y Luque. El público criticó los cambios pero, por fortuna, sólo hubo tiempo para los nervios lógicos y habituales de cada final de partido. Los noventa minutos dieron paso a los tres puntos. El Mallorca está más cerca de la Champions.