Luis Aragonés vivió ayer una tarde de sensaciones encontradas. Al
mismo tiempo que el Mallorca acariciaba el triunfo y seguía
instalado en Europa, la grada silbaba sus cambios y se crispaba con
el juego del nigeriano Finidi. El técnico madrileño aseguraba tras
el partido que «la gente es soberana y me puede pitar cuando
quieran, pero yo entiendo que Carlos está cansado y por eso lo
cambio. Ha jugado un partido formidable, como Luque, pero en los
últimos minutos ha acusado el cansancio y por eso le he sustituído.
Pero me pueden pitar, tengo las espaldas bien anchas», agregaba.
El de Hortaleza, sin embargo, no entendía los pitos a Finidi:
«me da igual que me silben a mí, pero no comprendo por qué pitan a
Finidi. Está sensacional en su trabajo y se ha partido el alma.
Presiona como nadie y lo veo una injusticia. De todas formas, creo
que es una cuestión del entorno, pero no me explico por qué la
grada silba a un futbolista», explicaba.
Aragonés resumía el encuentro asegurando que «tuvimos mejores
ocasiones que el Athletic y, salvo los diez últimos minutos, el
partido ha sido nuestro. Les hemos cerrado todos los posibles
espacios en ataque y apretamos a sus defensas que son los que
habilitan el juego de Urzaiz. El Athletic no me ha decepcionado,
sino que nosotros les hemos tapado siempre».
Interrogado sobre las declaraciones de Rojo, que aseguraba haber
tenido cuatro claras ocasiones de marcar, Aragonés replicaba
señalando que «Rojo es así. Ha tenido una ocasión y media o como
mucho dos». Por último, aseguraba que «Riera todavía tiene que
sufrir. Si marcamos el segundo gol hubiera jugado, pero esto creo
que le viene muy bien a él», concluía el preparador rojillo.
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