El italiano Iván Quaranta supera a su compatriota Mario Cipollini en el esprint

Los 229 kilómetros entre Avellino y Nettuno fueron recorridos por Quaranta en un tiempo de 5 horas, 29 segundos y 16 segundos a una velocidad media de 41'7 km/hora. La jornada no tuvo mayor historia que una maratoniana escapada de los italianos Michele Gobbi (Mobilvetta) y Davide Casarotto (Alessio) y el esprint final, en el cual los grandes especialistas en la llegadas masivas pudieron prepararlo como a ellos les gusta. Para los favoritos a la general fue un tramite, aunque se dejaron ver en las primeras posiciones del pelotón, más que nada, para evitar las caídas.

La aventura del día nacía hacía el kilómetro 60, cuando los italianos Michele Gobbi (Mobilvetta) y Davide Casarotto (Alessio) se cansaban de la parsimonia del grupo y decidían irse juntos en busca de la línea de meta. Llegaron a tener hasta casi díez minutos de diferencia, ventaja que estuvo a punto de convertir a Casarotto en líder provisional de la carrera.

La aventura de Gobbi, se escapa prácticamente todos los días, y Casarotto, llegaba a su fin en el kilómetro 220, tras 160 kilómetros de aventura en los que acapararon el protagonismo, pero sin conseguir el objetivo marcado. Tras la neutralización los conjuntos con esprinters en sus filas comenzaron a preparar la llegada para sus hombres rápidos. Destacar en ese tramo final numerosas caídas; sin consecuencias, entre las que destacan por su espectacularidad la del colombiano Hernán Buenahora, el mexicano Julio López y los españoles Joaquín Rodríguez y Francisco García. El mejor colocado bajo la pancarta del último kilómetro era Cipollini gracias al gran trabajo de sus lanzadores, pero Iván Quaranta y Jeroen Blijlevens no perdían su estela para superarle en los últimos metros. El corredor del Alexia se impuso en el primer esprint puro del presente Giro