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Martín Fiz ha vuelto a elegir Mallorca para disfrutar del clima balear y completar un nuevo ciclo en su minuciosa preparación. Durante estos días prepara la carrera que supondrá su despedida y la de otro gigante del atletismo español, el soriano Abel Antón. Será el día 28 de octubre en la «Maratón del Milenio», que tendrá lugar en Madrid y pondrá un magnífico broche a una época dorada para la maratón nacional.

El vitoriano, campeón del mundo en los Mundiales de Goteborg'95 y subcampeón en Atenas'97, se ha convertido en los últimos años en un visitante fijo de la Isla y en ella ha establecido su base de operaciones a la hora de encarar las citas más relevantes del último tramo de su carrera. «Desde los Juegos de Atlanta he venido a Calvià para preparar las grandes competiciones y estoy muy satisfecho de la acogida que me proporcionan cada año», señaló el deportista.

Su ausencia en el equipo de maratón le ha facilitado la tranquilidad y el tiempo necesarios para convertirse en un espectador de lujo de lo acontecido en Edmonton y emitir un análisis muy positivo de lo conseguido por nuestros representantes. «El balance, siguiendo la línea de los últimos años, es sobresaliente. No ha habido muchas medallas, pero sí muchos finalistas. Además, hay que felicitar a la prensa deportiva española porque se empiezan a medir los éxitos en función de las clasificaciones y la juventud de los participantes», subrayó el atleta.

Pero si en algó patinó la delegación española fue precisamente en la maratón, una prueba en la que él fue protagonista estelar y que este año ha quedado relegada a un papel secundario y pobre para los nuestros. «Ha sido la desilusión de los Mundiales. En los últimos años habíamos copado el podio entre Abel y yo y ese hueco no ha podido cubrirse».