Luque es entrado en falta por un contrario durante el partido que disputaron ayer Espanyol y Mallorca. FOTO: ALFAQUI

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2 ESPANYOL: Mora (H); Fran (H), Lopo (H), Soldevilla (H), Ricardo (H), Vates (H), Alex Fernández (H), De Lucas (H), Posse (HH), Roger (H) y Tamudo (HH)
Cambios: Iván Díaz (-) por Roger, Palencia (-)por De Lucas y Catalá (-) por Vates.
1 REAL MALLORCA: Leo Franco (H); Campano (H), Nadal (H), Olaizola (H), Siviero (H), Miquel Soler (H), Novo (H), Paco Soler (H), Marcos (H), Eto´o (H) y Luque (HH)
Cambios: Paunovic (-) por Marcos, Carlos (-) por Luque y Riera (-)por Novo.
Àrbitro:
Megía Dávila, de la Asociación Madrileña. Mostró cartulina amarilla a Campano (m.9), Alex Fernández (m.29), Fran (m.63), Nadal (m.73), Riera (m.88) y a Iván Díaz (m.90).
Goles:
1-0, m.22: Alex Fernández. 1-1, m.27: Luque. 2-1, m.80: Posse.
LO MEJOR: : Posse
LO PEOR: : El juego

Miquel Alzamora
El once mallorquinista ha cambiado y los jugadores se creen incluso que este cambio es una realidad. Los futbolistas han tomado conciencia de que nadie es superior a ellos y menos equipos como el Espanyol, que siguen sobreviviendo milagrosamente en Primera pese a contar con un grupo más bien mediocre y que no es, ni mucho menos, mejor que el Mallorca.

Ayer el equipo exhibió un nivel aceptable y, con empate a uno en el marcador, el once balear invitaba a creer en la victoria. Pero los errores se pagan y, por regla general, se pagan con derrotas. Ayer se falló prioritariamente en dos conceptos. Kresic restó potencial al centro del campo quitando a Marcos y dando entrada a Paunovic. Ese error de banquillo no fue el único, ya que, al final, la defensa no fue capaz de detener a Palencia y a Posse. Entre los dos realizaron un «siete» a los centrales y aprovecharon una nueva indecisión de Franco para sentenciar el choque. Pero hasta ahí, hasta ese minuto, el 35 de la segunda parte, el equipo exhibió ideas, cierta garra y detalles de calidad.

El engranaje balear empieza a funcionar partido a partido. Es difícil mantener un alto nivel durante todo el partido, pero contrariamente a lo que sucedía antes, este equipo ofrece muestras intermitentes de su calidad sobre el campo.