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Martín «Loco» Palermo acabó ayer con una racha enorme de victorias en el Real Mallorca que duraba desde el cuarto partido de Liga cuando el conjunto bermellón visitó el campo de San Mamés. Pese a que después empató Walter Pandiani, los rojillos vieron ralentizada su marcha y no pudieron sumar la octava victoria y, por lo tanto, hacerse con el liderato en la máxima categoría del fútbol español.

El grupo balear, a partir del encuentro ante el Athletic Club de Bilbao, encadenó hasta siete partidos consecutivos ganando y ayer, de haber logrado los tres puntos, se habría convertido en el único equipo europeo que milita en una Liga de primer orden que hubiera encadenado un número tan elevado de victorias.

De hecho, el equipo rojillo empata récord con el Liverpool, que también sumó siete partidos ganados uno tras otro y perdió el octavo.
La opción de conseguir el liderato se le escapó al equipo mallorquinista pero continúa con opciones, de cara a la próxima jornada, de lograr hacerse con la primera posición aunque no depende sólo de su marcador y, además de ganar deberá, esperar que la Real no lo haga.

No obstante, las posiciones altas en la clasificación sufrirán modificaciones durante este próximo mes, ya que el conjunto bermellón se medirá consecutivamente a Deportivo de A Coruña, Real Madrid, Real Sociedad y FC. Barcelona. Ahí es donde el conjunto de Son Moix tendrá que seguir dando la cara para seguir en la zona alta de la tabla clasificatoria.

El equipo de Gregorio Manzano, al estar arriba, sigue con opciones de abordar el liderato, circunstancia que no es nueva en el Mallorca ya que, en dos temporadas, vivió la experiencia de ser el primero de la Liga. En el año 60 fue líder durante las tres primeras jornadas de campeonato y el segundo año de Cúper en el club, fue líder en la séptima jornada, la novena y también a partir de la undécima hasta la decimoséptima. El reto es intentar ser otra vez líderes pero sin obsesionarse.