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Mallorca empieza a ser un lugar al que los aficionados al baloncesto femenino deben empezar a tener en cuenta. Después de que el Puig d'en Valls ibicenco diera el salto a la máxima categoría, Nacex Jovent y Olis Sóller se han convertido en los estiletes dentro de una Liga Femenina 2 que ha roto las expectativas generadas y se ha consolidado como una sólida antesala cara a la máxima categoría, además de una competición de primer nivel.

El Jovent cumplió con el trámite en su primera campaña y acabó salvándose sin sufrir. Todo lo contrario que el Olis Sóller. El conjunto de la Vall ha hecho valer la clase que atesora su vestuario para despuntar dentro de un grupo tremendamente complicado. La confección de la plantilla ha sido uno de los puntales sobre los que Joan Puigserver y Miquel Ballester han sentado las bases del éxito.

No en vano, y tras doce jornadas de liga -practicamente el ecuador de la competición-, el Olis Sóller ocupa una extraordinaria tercera plaza, siendo sólo superado por que el será su próximo rival, el Caja Rural de Canarias, y por un Mendíbil que busca el retorno a la máxima categoría por la vía rápida. El dueto de cabeza sólo acumula una derrota, mientras que Olis Sóller tan sólo se ha visto superado en el marcador en tres oportunidades.

Pese a dar la baja atecho del equipo, la rusa María Nikkar, Ballester cuenta con Papailia como principal arma, sin descuidar a una Marie Vicente en progresión y a una recopilación de nacionales -Gallego, Lacayo o García- que han demostrado poder llevar al conjunto solleric a conseguir una fita de antología, un ascenso que pasa por un play-off de infarto. Pero sin duda, la segunda vuelta puede acabar de concretar la candidatura del Olis Sóller. Eso sí, con el apoyo de una fiel afición que hace de Es Puig un fortín inexpugnable.