Walter Pandiani tendido sobre el césped de Son Moix.

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Real Mallorca 2
Real Valladolid 2

Albert Orfila

El Mallorca lleva tiempo convertido en un equipo frágil, en una escuadra a la que se le adivina una excesiva vulnerabilidad. Se ha acostumbrado a quedarse a medias y ha empezado a penar por ello. Titubeante en la Liga, el efecto terapéutico que Manzano esperaba encontrar en la Copa se esfumó de mala manera en el último suspiro. Otra vez los detalles dictaron sentencia y nublaron el futuro balear en una competición donde el margen de error es mínimo.

El Mallorca funcionó y dejó de funcionar y recibió de nuevo dos goles intolerables. El primero en un pase kilómetrico en el que toda su defensa fue un cúmulo de deméritos; el segundo tampoco admite disculpa alguna. Pachón controló el balón en el interior del área y en la más absoluta intimidad. Todos se quedaron mirando. Su disparo fue limpio y quizás determinante. Harold Lozano necesita un socio con urgencia. Un tipo que le eche un cable en la sala de máquinas, donde ha empezado a sentirse más solo que la una. Acumula el Mallorca demasiados problemas a la hora de recuperar el balón.

Su capacidad de destrucción es muy limitada y eso allana el trabajo a cualquier rival. El Valladolid puede dar fe de ello. Tuvo casi siempre el balón y lo administró sin problemas durante muchas fases del partido. La revolución que aplicó Manzano en todas las líneas del equipo desveló algunos detalles interesante, aunque no solucionó los problemas esenciales. Su apuesta más novedosa quedó localizada en la línea de cobertura. Miquel Soler tuvo su primera oportunidad en el flanco izquierdo y Poli y Fernando Niño formaron una pareja de centrales inédita.

El extremeño se ha convertido en uno de los futbolistas más fiables del equipo. Su trabajo resulta casi siempre impecable, aunque anoche desveló que también puede mantener sus prestaciones actuando de central. Cometió algunos errores, especialmente en el error en cascada que propició el tanto de Xavi Moré, aunque habría que verlo junto a Miquel Àngel Nadal. Quizás ambos se necesiten y el equipo los necesite a ambos. En el lado derecho, Àngel disfrutó de noventa minutos más. Se limitó a cumplir y a reclamar algo más de tiempo.