La rehabilitación y el futuro más inmediato del Real Mallorca pasan
por el lugar en el que los rojillos recobraron la categoría de
equipo de Primera División. Vallecas y el Teresa Rivero son, a la
vez, la estación previa a la llegada de Gregorio Manzano a Ciutat.
El preparador andaluz conoce a la perfección los entresijos de un
rival y un terreno de juego peculiares, pero la dinámica en la que
se halla inmerso el cuadro balear invita a ser prudente.
Retomada la senda de la Liga, Manzano anuncia novedades respecto
al once que se midió al Valladolid, «con el fin de buscar una
fórmula que haga que el equipo se encuentre más a gusto y rompa
esta tendencia a la baja de la que se resiente. Seguimos séptimos
pese a los últimos resultados, pero la competición empieza a
adquirir forma y nosotros deseamos mantenernos en la parte cómoda»,
manifestó Manzano.
Ayer, y bajo la lluvia, fueron Harold Lozano, Àlvaro Novo y
Albert Riera los que mantuvieron una animada conversación con el
máximo responsable técnico mallorquinista, que también quiso dar su
punto de vista sobre las declaraciones realizadas por Miquel Soler
tras el encuentro mantenido por ambos. «Todos los profesionales
tienen momentos buenos y malos y juegan más o menos. Me parece
perfecto que él desvelara el contenido de la conversación. Pero
conociéndole, habrá hecho las declaraciones correctamente y dentro
de la ética del fútbol, que hace ver que un futbolista que no juega
tiene que estar enfadado. Yo le dije que siguiera trabajando y
luchando por el bien del Mallorca, que es nuestro deber»,
comentó.
El regreso de Gregorio Manzano a Vallecas es uno de los grandes
alicientes del encuentro de mañana. El entrenador jienense salvó al
Rayo Vallecano de un descenso casi seguro y muestra un tono
nostálgico y romántico a la hora de hablar del que fue su hogar
durante unos meses difíciles y que acabaron de la forma
ansiada.
«Espero que me reciban correctamente; ni que me saquen a hombros
ni que me reciban a tiros, simplemente que me traten con respeto»,
dijo Manzano, que valoró su accidentada llegada a Vallecas,
destacando el cambio de mentalidad que se debió aplicar en un
vestuario hundido por los resultados. «Realizamos un duro trabajo,
pues cuando llegamos no conocíamos a la plantilla. Había grandes
jugadores y tuvimos que echar el resto para obtener una salvación
que en algún momento pareció utópica», añadió.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.