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El Constància sólo ha necesitado una vuelta del campeonato para acaparar los elogios de la categoría y aplicar la velocidad de crucero. Una vez cumplido el primer ciclo de la competición, los inquenses han conquistado con mucha solvencia el honorífico título de invierno y sus credenciales son las de un sólido candidato a plantear batalla en la liguilla de ascenso.

La plantilla de Jaume Bauçà ha ofrecido muestras suficientes que le acreditan como la más escuadra más poderosa y su capacidad de respuesta en la competición está fuera de toda duda. Cumplida la primera vuelta, el Constància reúne en su cuenta medio centenar de puntos y se consolida en la clasificación, no solo como el equipo más potente de la Comunitat, sino como uno de los más serios del fútbol español.

De todas la divisiones que conforman las diferentes categorías nacionales (Primera, Segunda A, Segunda B y Tercera), el conjunto de es Raiguer es el que mejor coeficiente presenta y sus números le avalan de cara a una segunda vuelta en la que unicamente el Vilafranca le sigue los pasos. La capacidad de puntuación de los blanquinegros está lejos del alcance de cualquier otra formación y si consigue mantener la línea dispuesta en esta primera parte, no contará con excesivas dificultades para alzarse con el preciado campeonato de liga.

La cifra que amontona el Constància de Inca solo se ve superada en una comparativa global por el Mirandés, equipo que milita en el grupo 15 de Tercera, que suma un punto más que los mallorquines, aunque lo hace habiendo disputado dos encuentros más.

El trabajo para llegar hasta esas cifras no ha sido sencillo y se ha visto respaldado por una trayectoria liguera envidiable para cualquiera de sus adversarios. Y es que después de medirse a todos los conjuntos de la división balear, sus cifras resultan avasalladoras: diecinueve encuentros disputados hasta el momento y dieciseis victorias en su haber. Sólo dos empates y una derrota «eclipsan» un tránsito minado de triunfos.