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Amador Pons|PARÍS
La falta de motivación, su escasez de ideas y sobre todo, que ahora quizás piensa más en otras cosas que en lo que fue su carrera, llevó a Àlex Corretja a ser eliminado por primera vez en diez años en la primera ronda de Roland Garros. Galo Blanco, un jugador que había estado seis meses fuera de combate debido a una lesión en el músculo supraespinoso y que había salido de la fase previa, dejó fuera de combate al catalán por 5-7, 6-3, 6-0 y 7-5, en tres horas y ocho minutos de lucha.

Corretja, de 29 años, no perdía en primera ronda de Roland Garros desde 1993. Había llegado dos veces a la final, en 1998 y 2001, y había sido semifinalista en el 2002, pero en esta temporada apenas ha logrado levantar cabeza en el circuito, y se ha presentado en París con un pobre balance en tierra de cinco victorias y seis derrotas. Galo Blanco, situado en el puesto 139 de la clasificación mundial, venía rodado de la fase previa y con ambición, dispuesto a recordar su actuación aquí en 1997 cuando fue cuarto finalista.

Corretja fue todo el partido contra corriente. Ya en el primer set estuvo abajo 3-0 y luego 4-2, pero fue capaz de solventarlo por 7-5 y mantener la igualdad después 3-3 en el segundo. A partir de ahí, el bajón del catalán fue manifiesto, y el asturiano aprovechó su oportunidad para ganar 13 juegos consecutivos. La vida de Alex parece haber cambiado. Su próxima paternidad, tener todo solucionado ya, y la falta de motivación le han llevado este año a caminos diferentes.