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Ana Huertas
Un año más, el fútbol base del Real Mallorca celebró su habitual encuentro, y lo hizo en un escenario único. Sobre la pista de atletismo del estadio de Son Moix, la gran familia mallorquinista llevó a cabo su anual cena de final de temporada. Unas 650 personas tomaron parte activa en un evento que fue presidido por Mateu Alemany, que estuvo acompañado por el grueso de la directiva responsable del fútbol base, los miembros de la Fundació Reial Mallorca -organizadora del encuentro- y una pequeña representación de la primera plantilla, formada, entre otros, por Gonzalo Hurtado y Miki Garro.

La Orquesta Mallorqueta se encargó de animar la velada, a la que acudieron todos los conjuntos de base, incluidos el equipo de División de Honor Juvenil y el Mallorca B. Mateu Alemany quiso agradecer la presencia de todos ellos y dejó ver en su discurso que «la ampliación de capital será buena para el fútbol base», además de desear que en breves fechas «podamos regresar a Son Moix con dos Copas del Rey, la juvenil y la absoluta», comentó el mandatario.