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Actor principal de la clasificación de España para la final de la Copa Davis (Melbourne, del 28 al 30 de noviembre), el gran objetivo de Carlos Moyà se aproxima. El jugador balear sueña con levantar este trofeo y es consciente de que, a pesar de los elementos (pista de hierba) y el nivel del rival (Australia) es su gran oportunidad. Fijo en la lista que hoy hará oficial el G-3, vuelve a perfilarse como indiscutible para los individuales.

Carlos Moyà no ha podido comenzar la final de la Copa Davis ya que del 10 al 16 de noviembre va a participar en el Másters de Houston, pero lleva pensando en la final de Melbourne desde el 21 de septiembre. Ese día, después de que Agustín Calleri doblegara al número uno del mundo, Juan Carlos Ferrero, el tenista balear tuvo que asumir la responsabilidad en el punto decisivo. No falló. Humilló a Gastón Gaudio en un partido sobresaliente y sacó el pasaporte del equipo español para Australia.

España ha disputado todas las eliminatorias este año en casa. El G-3 ha elegido para todos los compromisos la tierra batida como superficie y los componentes del equipo siempre han sido los mismos. Juan Carlos Ferrero y Carlos Moyà se han ocupado de los individuales, mientras que Albert Costa y Alex Corretja han jugado los dobles. No era una pareja de garantías pero los capitanes siempre han apostado por tener un tercer jugador capaz de jugar los individuales por si se produce alguna lesión durante la eliminatoria y Costa, ganador de Roland Garros en 2002, es un jugador capaz de superar a cualquier rival sobre tierra batida.

El problema para el G-3 llega cuando Australia anuncia que la eliminatoria final va a disputarse sobre hierba. Partiendo de la base de que superar al dobles que forman Wayne Arthurs y Todd Woodbridge es una utopía, los capitanes deben buscar a un jugador capaz de poner en problemas a Lleyton Hewitt y Mark Philippoussis sobre hierba. Feliciano López es el jugador español que mejores resultados está cosechando sobre hierba y su juego reúne las condiciones necesarias.

Los capitanes han dado además varias pistas que permiten hacerse a la idea de que será el sustituto de Albert Costa. Pidieron invitaciones para que formara pareja de dobles con Alex Corretja en los Másters Series de Madrid y de París. La experiencia ha sido positiva y todos piensan que será uno de los cuatro nombres que hoy anuncien Jordi Arrese, Juan Avendaño y Josep Perlas en Barcelona.

España ha alcanzado la final de la Copa Davis en cuatro ocasiones y en todas ha tenido a Australia como rival. En las dos primeras eliminatorias, disputadas en la década de los sesenta en las Antípodas, los aussie lograron la victoria con contundencia, pero en 2000, en el último precedente, el equipo español ganó en Barcelona y sobre tierra batida.

La final de noviembre se presenta equilibrada aunque Australia parte como favorita por el hecho de que la superficie elegida es la hierba. Mark Philippoussis será el número uno del equipo aussie y Lleyton Hewitt será el dos. Hewitt se ha tomado esta final muy en serio. De hecho hace más de un mes que ha dejado de competir para preparar la eliminatoria frente a España, aunque tanto Ferrero como Moyà le tienen cogida la medida. De hecho, gran parte de las opciones del grupo español pasan por sumar los puntos frente a Hewitt. Ganar a Mark Philippoussis se presenta más complicado debido a su gran servicio y a las continuas subidas a la red.

Juan Carlos Ferrero y Carlos Moyà van a tener muy poco tiempo para preparar esta final. Los dos van a jugar el Másters de Houston (juegan los ocho mejores jugadores del año) y después los capitanes quieren que se tomen unos días libres para desconectar (Ferrero se irá a Brasil y Moyà a Miami). Así tendrán una semana para adaptarse a la hierba y tratar de ganar al peor rival posible en la superficie que menos gusta a los españoles.

Los españoles prefieren que Ferrero sea el primero en jugar y si el sorteo les sonríe podría repetirse la situación de que Moyà tuviera que jugar el punto decisivo el domingo. En esta ocasión será ante el ex número uno del mundo, Lleyton Hewitt, y la victoria valdría una Copa Davis.