En esa reunión también estuvo, como integrante de la delegación
de la ACB, Jordi Bertomeu, el español que ahora dirige la Euroliga.
En lo deportivo, llega el campeón Barcelona, que deseará tomarse
una relativa revancha de la lejana derrota sufrida en Ginebra ante
el Banco di Roma (entonces denominación del conjunto romano), en la
final de la Copa de Europa 1984 (79-73).
Desde entonces, ambos conjuntos no se han visto frente a frente
en partido de competición oficial. Y es que el equipo romano no ha
vuelto a jugar la máxima competición continental desde 1985.
Ahora el Virtus Roma vuelve a la máxima categoría en la que es
la cuarta edición de una Euroliga que, a diferencia de la
competición a la que ha tomado el relevo (jugaba uno por país, y el
campeón), ve en liza a cuatro clubes italianos y cuatro españoles
(Barcelona, Unicaja, Pamesa y Tau Vitoria). Una competición con 24
equipos divididos en su primera fase en tres grupos de ocho.
Accederán a la siguiente los cinco primeros de cada grupo, más el
mejor sexto de los tres. Al partido inaugural se presenta un
Barcelona potente, sin grandes cambios en relación al equipo que
conquistó la última Euroliga, salvo la marcha de Sarunas
Jasiekevicius. Han llegado el macedonio Vlado Ilievski, cuyo
concurso está limitado a la Euroliga, y Roger Grimau, además de los
jóvenes Marc Gasol y Víctor Sada. Un Barcelona que en la
competición española sigue evidenciando su valor y su puesta a
punto ante un inicio de una Euroliga cuyo título desea renovar. Lo
prueba su victoria ante el Unicaja (75-61).
El Lottomatica Roma, en cambio, se presenta muy cambiado en
relación al que ofreció un buen papel en la campaña 2002-03, donde
cayó en las semifinales por el título italiano ante el Skipper
Bolonia. No siguen jugadores de la valía del pívot puertorriqueño
Daniel Santiago, de los estadounidenses Horace Jenkins y Anthony
Parker, y el equipo lo está notando. La prueba es que actualmente
ocupa las posiciones bajas de la clasificación y este sábado cayó
en casa del colista Reggio Calabria (77-66).
Y es que las incorporaciones de los pívot estadounidense Rashard
Griffith e irlandés Cal Bowdler, del base sueco Doremus Bennermann
y del alero checo Lubos Barton no están respondiendo como esperaba
el técnico Piero Bucchi. Además, en la Euroliga no contará con el
escolta inglés Johnny Branc, fichado hace apenas quince días.
El equipo se mantiene merced a los impulsos del veterano escolta
internacional italiano Carlton Myers, temible cuando coge la racha
ante el aro rival, pero que está algo renqueante físicamente.
El partido, pues, no cabe duda que tiene como favorito al
Barcelona que entrena Svetislav Pesic. Además, el partido servirá
para el estreno de una de las grandes novedades de la Euroliga
2003/04: los vestuarios abiertos a la prensa después del
choque.
Antecediendo al partido, se celebrará la Asamblea de la
Euroliga. Una reunión que iniciará al mediodía y tiene previsto
acabar apenas una hora y media antes del inicio del partido.
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