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Jorge Muñoa|MADRID
La temporada pasada concluyó marcada por dos hechos tan extraordinarios como el triplete logrado por el «Barça» y el fiasco protagonizado por el Real Madrid, que cinco meses después de firmar la peor campaña de toda su historia ha saldado las nueve primeras jornadas de Liga más negativas de su currículum ACB.

El marcador encajado en el Centro Insular de Deportes frente al Auna Gran Canaria (88-83) ha materializado el peor registro que los blancos han obtenido al cabo de nueve partidos en las veintiún ediciones de la Liga ACB disputadas hasta ahora.

La clasificación refleja el auténtico significado que para un club como el Real Madrid supone haber ganado menos partidos -cuatro- de los que ha perdido -cinco- con un hecho irrefutable: la undécima plaza de la tabla.

El primer mes de competición, no obstante, ha generado situaciones casi tan sorprendentes como la que atraviesan los hermanos pobres de los «galácticos del fútbol». Sin duda, una de ellas corresponde al Unicaja, situado en puestos de descenso tras caer ante el Barcelona (75-61) con las bajas del hispano-argentino Walter Hermann y el estadounidense Víctor Alexander tras la dimisión del técnico Paco Olmos.

El Unelco Tenerife tampoco sigue el guión previsto, aunque en sentido contrario. Los tinerfeños, recién ascendidos, ocupan puestos de eliminatorias por el título -sextos- después de hundir al Etosa Alicante en el fondo de la clasificación gracias al 73-52 que dio la quinta victoria insular.

El Etosa Alicante firma, tras esta espectacular derrota en Tenerife su peor inicio de Liga en las tres temporadas que ha militado en la ACB, lo que le ha llevado a ocupar puestos de descenso a la LEB, algo que no sucedía desde la última jornada de la campaña 2000-01, la de su debut en la máxima categoría. El equipo entrenado por Luis Casimiro Palomo sólo ha sido capaz de ganar dos de los nueve partidos de Liga.

Hasta el Tau, líder hegemónico y único equipo invicto, tuvo que sufrir lo indecible para conservar su privilegiada posición frente al Fórum, al que tumbó por un ajustado 84-83 el día en el que el estadounidense André Turner amplió su fructífera carrera dentro de la ACB tras superar la marca histórica de 6.000 puntos en el Buesa Arena.

La revuelta ha alcanzado tales proporciones que hasta el Breogán, con un tanteador idéntico al de Vitoria contra el Fuenlabrada, ha podido abandonar los puestos de descenso, donde tampoco figura ya el Murcia, que doblegó al Casademont Girona (71-62).

La inestabilidad parece, por tanto, el denominador común del campeonato. El Caja San Fernando, desde luego, ha diferenciado bien las fases de sus altibajos y, tras ser líder en las dos primeras jornadas, navega por fuera de la zona del título tras desperdiciar dieciocho puntos de ventaja en la pista del Pamesa (81-74).

Las rachas del Caprabo Lleida también oscilan de forma brusca, aunque en este caso en función del escenario. Los ilerdenses ofrecen una cara en casa y otra, mucho peor, a domicilio. Esta vez aprovecharon la visita del DKV Joventut para alimentar la confianza que sienten como locales (89-82), un respaldo que el Estudiantes, después de tres derrotas consecutivas, vería con muy buenos ojos para el encuentro ante el Ricoch Manresa que, el próximo martes, clausurará la novena jornada.