Fernando Fernández04/11/03 0:00
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Las buenas intenciones exhibidas por la Federación Española de Baloncesto (FEB) hacia Balears se han confirmado pocos días después de la visita de su vicepresidente, José Luis Sáez. El organismo ha escogido Palma de Mallorca como sede de la Copa de la Reina, competición que reunirá a los siete mejores equipos de la Liga Femenina a la conclusión de la primera vuelta, además del Puig d'en Valls ibicenco, anfitrión del evento, pese a que éste se desarrollará finalmente en Palma. El Palau d'Esports de Son Moix se convertirá en capital nacional del baloncesto femenino entre los días 9 y 11 de enero, fechas en las que la Federació de Bàsquet de les Illes Balears (FBIB) estudia paralizar las competiciones para permitir a la familia del baloncesto balear ser testigo directo desde las gradas de un acontecimiento que servirá de aperitivo al torneo preolímpico y stage que la selección absoluta masculina llevará a cabo en nuestra Isla el próximo mes de julio.

La mallorquina e internacional absoluta Marta Fernández defenderá el título y su condición de MVP en las filas del Ros Casares, líder de la categoría y serio candidato a la victoria. Días atrás, José Luis Sáez y el presidente de la FBIB, Jaume Estarellas, mantuvieron un encuentro con el director general d'Esports del Govern, Pepote Ballester, y el regidor de deportes del Ajuntament de Palma, Rafael Durán. Ambas instituciones dieron su apoyo a la línea de colaboración fijada y el primer paso ya se ha dado con la concesión de la Copa de Su Majestad la Reina.

Para Jaume Estarellas «es un punto de apoyo importante y el reconocimiento a la labor del Puig d'n Valls y de todos los estamentos que trabajamos por el bien del baloncesto». El mandatario confirmó que en breve se procederá a la firma del convenio que rubricará la llegada de la Copa a Mallorca, y se pondrá en marcha un comité organizador, en el que estarán representadas todas las instituciones implicadas en este ambicioso proyecto que tendrá su centro de operaciones en Son Moix dada la corta capacidad del pabellón municipal de Santa Eulàlia del Riu y las facilidades cara a la logística que la capital mallorquina ofrece.