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Efe|SAN SEBASTIÀN
La Real Sociedad visita Son Moix para disputar un encuentro que tiene aroma de final, a pesar de que Raynald Denoueix se resiste a conceder tanta trascendencia a un choque que va a marcar no sólo el futuro próximo del equipo de San Sebastián, sino también el del propio entrenador francés. El conjunto vasco puede dejar tras este partido casi asegurada la permanencia o comenzar a sufrir el síndrome del descenso, después de encajar tres derrotas en los últimos cuatro encuentros entre Liga y Champions. Tres victorias en ocho finales hasta el final de temporada es el objetivo mínimo fijado por la Real para evitar ese trance, que no por conocido deja de ser menos preocupante.

El club donostiarra no descarta, al mismo tiempo, aspirar todavía a conseguir una clasificación digna sin tener que esperar carambolas de última hora. Denoueix no teme, de todos modos, el ambiente contrario que le espera en la isla a sus jugadores y hará una apuesta valiente sobre el terreno de juego, con un equipo en teoría más ofensivo que el de sus últimas salidas a Pamplona y Barcelona. El técnico realista no ha podido preparar este partido como hubiera deseado al tener en algunas sesiones sólo 16 hombres de la primera plantilla, por culpa de las lesiones y la ausencia de los tres jugadores internacionales -Xabi Alonso, Nihat Kahveci y Darko Kovacevic- que pueden acusar el cansancio y hacer que se resienta el rendimiento del equipo al ser la columna vertebral del mismo.

El técnico podría alinear a Alberto; Rekarte, Schürrer, Kvarme, Aranzabal; Xabi Alonso, Aranburu, Karpin, Gabilondo; Nihat y Kovacevic. En el banquillo estarán Asier Riesgo, Boris, Potillo, Xabi Prieto, Alkiza, De Pedro y De Paula.