TW
0

Xisco Cruz|A CORUÑA
Tenía un gesto de alivio, pero a la vez de cansancio. Mateu Alemany aparecía ante los medios de comunicación como si se hubiera calzado las botas y hubiera echado a correr por la banda, con la tensión marcada en el rostro y la alegría estampada en el interior. Ha pasado el presidente del Mallorca muchas horas esperando este momento, en el que el equipo de Cúper toca la permanencia luego de haber superado en la clasificación al Levante. El triunfo ante el Deportivo y el empate de los azulgrana en el Ciudad de Valencia han dejado a los isleños en disposición de conseguir la salvación, algo impensable hace algunas fechas: «Llevamos un par de semanas ofreciendo un gran nivel, no es nada nuevo. Tenemos mucha confianza y tensión y el equipo desprende buenas sensaciones», explicaba a la finalización del encuentro el dirigente mallorquinista.

Alemany valora el hecho de que la plantilla esté «muy centrada» en el objetivo de conquistar la permanencia en Primera División, al igual que el triunfo de ayer en Riazor, que permite a los baleares poder dejar de mirar al Levante:«Ahora estamos en un punto en el que dependemos de nosotros mismos y en lo único que tenemos que pensar es en ganar», afirmó Alemany.

El mandatario mallorquinista reconoció que pasó «nervios» con el partido que enfrentaba al Levante y al Valencia porque «es muy importante depender de ti mismo en una situación como esta» y habló de la táctica utilizada por el Levante para tratar de condicionar a los mallorquinistas: «Nosotros tenemos una manera de actuar en los últimos años y no la vamos a cambiar. Es la manera de proceder del club», se limitó a contestar.

La afición
Pero cuando realmente Alemany se emocionó fue al hablar de la hinchada que ayer, en un número superior a los 400, se dio cita en el recinto gallego para apoyar al Mallorca en una situación tan comprometida: «Quiero agradecer el apoyo histórico de la afición del Mallorca, que ha tenido un comportamiento extraordinario. Ha sido increíble ver a cerca de 500 seguidores hoy -por ayer- en el estadio y creo que gran parte de esta victoria es suya». Alemany espera que todo tenga continuidad el próximo domingo ante el Betis, en el partido en el que el Mallorca se jugará su futuro: «Necesitamos que Son Moix esté lleno y que haya un gran ambiente. Si caben 23 mil personas en el campo intentaremos que haya 30 mil», ironizó Alemany.

Cuestionado por el próximo encuentro, en el que el Mallorca se enfrentará al Betis, el presidente dijo que «el Betis se está jugando la Champions y será un rival muy duro. Serra Ferrer es un gran profesional y seguro que viene a Palma a ganar, porque para ellos sería un hecho histórico entrar en la Liga de Campeones».

Por su parte, Yoshito Okubo, el gran protagonista de la tarde de ayer, aseguraba que había firmado su mejor encuentro desde que llegó a la Isla: «Ha sido mi mejor partido, seguro, pero lo importante ahora es ganar el próximo domingo y lograr la permanencia». El delantero explicó que el Mallorca debe vencer a toda costa ante el Betis: «Debemos ganar como sea porque es el partido más importante de la temporada para nosotros. Ha sido vital lograr la victoria fuera de casa y ahora lo único que nos interesa es ganarle al Betis y mantener la categoría».

En la misma dirección apuntaba el resto de la plantilla. Víctor dijo que ahora el Mallorca depende de sí mismo y agradeció el hecho de que todavía no haya perdido ningún partido desde que irrumpió en Primera. Mientras, Miquel Angel Moyà comentó que existe una «euforia contenida hasta el domingo, porque ese es el partido importante de verdad. Tenemos que trabajar como lo hemos hecho en las últimas semanas y no pensar en el Levante, porque ahora dependemos de nosotros mismos». Pereyra calificó la situación como la «ideal» y encontró la explicación a la metamorfósis que ha sufrido el equipo en la «entrega y sacrificio» que está realizando en el tramo final.