OLYMPIQUE DE LYON: Coupet; Reveillére, Cris, Cacapa, Berthod; Tiago, Diarra, Juninho Pernambucano, Malouda; Wiltord y Carew.
Cambios: Fred por Carew; Govou por Wiltord y Pedretti por Tiago.
REAL MADRID: Casillas; Salgado, Helguera, Sergio Ramos, Roberto Carlos; Beckham, Gravesen, Pablo García, Baptista; Raúl y Robinho.
Cambios: Guti por Gravesen.
Àrbitro: Massimo De Santis (Italia). Mostró cartulina amarilla a Michel Salgado, Pablo García, Beckham, del Real Madrid y a Berthod, Diarra, del Lyon.
Goles:
1-0, minuto 21, Carew.
2-0, minuto 26, Juninho.
3-0, minuto 31, Wiltord.
Efe|LYON
Juninho Pernambucano, el líder del Olympique de Lyon, arrasó con esistema Luxemburgo en una noche aciaga para el Real Madrid que se vio desbordado por un ejército de futbolistas-atletas, una mezcla de músculo, velocidad y fantasía que puede desencadenar una primera crisis en el club español, cuando acaba de comenzar la temporada.
El Lyon fue un vendaval. Nada extraño para el mundo futbolero europeo. Fue el equipo de siempre, el que el año pasado deleitó a toda Europa y que salió del torneo por una pájara que le entró cuando se le cruzó el PSV, otro colectivo extraordinario. El Lyon exhibió todo un curso de fútbol moderno, un fútbol que ideó Paul le Guen el año pasado y que ahora explota Gerard Houllier. Diarra fue un perfecto escudero para el líder, Juninho Pernambucano, un futbolista total.
Juninho dio medio gol a Carew, hizo el segundo de falta magistral y provocó un penalti que él mismo lanzó y que le sacó Iker Casillas con una mano prodigiosa. El Lyon tumbó 3-0 al Madrid antes del descanso. Y eso que el equipo de Luxemburgo comenzó de forma potable. Con poco fútbol, con Gravesen y Pablo García en la creación, pero con una disciplina y derroche físico, con Baptista al frente, que hacía tiempo no se veía. Robinho siguió inventando, recreándose a veces en el costado izquierdo y con alguna ocasión como una de Baptista que se fue al palo, otro balón de Raúl que le sacó Coupet y algún libre directo de Roberto Carlos que se le fue por milímetros. Ayer, a pesar de todos los palos que recibe Luxemburgo por jugar sin bandas, sí que echó a Beckham a la raya de cal. Pero el Lyon respondió por todos los lados. Salvo, John Carew, el futbolista más flojo del Lyon, el Olympique dio un sobresaliente de nota media en el primer tramo. En el Real Madrid el único que aspostó por el gol fue Raúl. Lo buscó desde fuera del área y en los desmarques de ruptura en el pase interior.
En el segundo tiempo, el Madrid tuvo más el balón. Pero el Lyon sacó sus recursos defensivos.
Perfectos en el repliegue, con Cris inmenso en el centro de la zaga y con un futbolista distinto. Uno de esos que no le gustan a Luxemburgo, de esos extremos de banda. Florent Malouda fue un espectáculo.
Zurdo, vertical, con un biotipo Rivaldo, masacró al Madrid en la banda. El Madrid se llevó un duro correctivo de Lyon y lo peor es que mandó un mensaje de pesimismo a su afición, que comenzaba el nuevo curso esperanzado tras una fuerte inversión en fichajes.
El Madrid no encontró nunca su rumbo. Con escasas ideas en la creación, con poca velocidad en la circulación de la pelota y con mucho que corregir si quiere remontar el vuelo.
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