No es líder. Ni siquiera practica un fútbol que enamora. Pero dos
de sus goles están guardados bajo la llave en la videoteca de la
Liga. Y es que el Mallorca se está especializando en marcar los
tantos de la jornada. El pasado domingo, Juan Arango dejó
boquiabiertos a todos con una volea extraordinaria que se coló por
toda la escuadra. Y anteayer, con el tanto del venezolano a la Real
Sociedad todavía rebobinando, Fernando Navarro se coló en el
escaparate del campeonato con un zurdazo para enmarcar, un latigazo
desde unos 35 metros que murió en el ángulo superior de la portería
del Getafe.
El gol de Arango es de momento el principal candidato para
convertirse en el tanto de la temporada. El venezolano se sacó de
la chistera un remate a la media vuelta que le aupó a la cima de la
gloria. La acción nació en un saque de banda de Campano, un control
con el pecho de Arangoy un empalme de volea a la media vuelta, sin
dejar caer el balón, que perforó la portería de Asier Riesgo y
comenzó a monopolizar todas las tertulias. Ese gol abrió la mayoría
de los espacios deportivos no sólo de España, sino también de
Venezuela, donde el futbolista es un auténtico ídolo y el máximo
realizador en la historia de su selección.
Era el epílogo de una jornada gloriosa, de la noche más grande
desde que este futbolista dejó el fútbol mejicano hace catorce
meses. Arango se convertía en el primer jugador del Mallorca que
marcaba tres goles en el estadio de Son Moix. Ese hat-trick le
impulso a todas las portadas y le proporcionó una catarata de
piropos. Cúper, unos días más tarde, echó el freno de la euforia y
le quitó responsabilidad a Arango: «Es el mismo Arango de siempre,
un buen jugador, pero sujetar a todo el equipo es mucha
responsabilidad para un solo futbolista», apuntó el técnico
argentino.
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