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En plena cuenta atrás del Mallorca Classic 2005, el torneo calienta motores con un calendario que trasladó la actividad desde Pula hata la pista sur del aeropuerto de Son Sant Joan. El motivo, intentar batir el Lotusse Drive Récord, o lo que es lo mismo, conseguir una nueva plusmarca mundial con ese golpe. Los elegidos fueron cuatro de los participantes en el torneo insular inmerso en el Circuito de la PGA. Gonzalo Fernández-Castaño, Ricardo González y Peppo Canonica lanzaron un pulso al poseedor del registro, el británico Paul Slater, que el pasado mes de febrero firmó un drive de 720 yardas, es decir, 658,3 metros. El escenario de aquella gesta fue un aeropuerto de Londres, con una mañana de fuertes vientos y lluvia torrencial como compañera.

Tres bolas de pruebas sirvieron a los golfistas, que tomarán parte en el Mallorca Classic, para calentar y tomar la medida al singular marco. Acto seguido, les esperaban ocho bolas con la fita del récord en el horizonte. En su primera intentona, el español Gonzalo Fernández-Castaño ejecutó un drive brillante. Tanto que fue el más lejano de todos los golpeados a lo largo del rato en el que la pista sur de Son Sant Joan se lanzaron. Llegó hasta los 516 metros, una nueva plusmarca nacional que sienta un precedente dentro de la modalidad. Mientras, Canonica llegó hasta los 474 metros, siendo superado por los 486 de Ricardo González.

El director de Ibatur, Raimundo Alabern, y el director de diseño, producto e imagen de Lotusse, Gabriel Cañellas, presidieron un acto rodeado de una enorme expectación mediática. El primero en liza fue Paul Staler, el dueño del registro, para dar paso a Ricardo González en la serie de prácticas. Su media de drive de 273 metros le convertía en favorito y fue el primero en intentarlo en serio. Tras él, Gonzalo Fernández-Castaño, poseedor de una marca media de 270 metros. Canonica cerró la serie haciendo valer su condición de líder del Circuito Europeo en estadísticas de drive durante cuatro años, con una media de 290 metros.