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El colectivo arbitral español se mostró «harto de que se dude» de su «neutralidad», expresó su preocupación por «la espiral de acusaciones agresivas» que influyen en su vida personal y solicitó que los organismos futbolísticos «firmen un compromiso para la defensa pública del arbitraje».

El cántabro Alfonso Pérez Burrul, el vasco Eduardo Iturralde González y el navarro Alberto Undiano Mallenco manifestaron ayer en conferencia de prensa el profundo malestar que existe entre los árbitros por el «daño irreparable que están produciendo al arbitraje y al fútbol español» las críticas recibidas este año.

«El fútbol no puede seguir así. Admitimos la crítica constructiva sobre los errores que pudiésemos cometer en el desarrollo de nuestra compleja actividad, pero rechazamos tajantemente las acusaciones de que éstos sean intencionados. La neutralidad, inherente a la figura del árbitro es intocable», afirmó Pérez Burrul, que leyó un manifiesto en nombre del colectivo.

Los árbitros, que piden a la Comisión Antiviolencia que «ataje las declaraciones que pueden generar violencia», lamentaron que «determinados componentes del fútbol y de los medios de comunicación» utilicen su figura para atacar a la Federación Española y que se «magnifiquen sus errores» hasta decir que «manipulan voluntariamente la competición».

«El objetivo único y final del colectivo es el error cero y para ello los árbitros se preparan en la mejora técnica, física y psicológica. Admitimos el error, pero lamentamos que a nosotros se nos vapulee públicamente mientras que al resto se les perdonan o se ocultan sus errores», indica el manifiesto.

Según leyó Pérez Burrul «poner en duda la honorabilidad y neutralidad fomenta la violencia en el fútbol. «Nos sentimos agredidos, el desarrollo de nuestra actividad deportiva está teniendo unas consecuencias inasumibles para la vida personal y la recepción de amenazas o insultos no es admisible», añadió.

«Ni estamos dirigidos, ni somos manipulables, somos los más independientes en el campo» señaló Iturralde, quien aclaró que este fue el contenido del mensaje lanzado el pasado verano por el presidente del Comité Técnico de Arbitros (CTA), Victoriano Sánchez Arminio, en una reunión en Santander.