Isaac Gálvez felicita efusivamente al ciclista Joan Llaneras sobre el podio de Burdeos. Foto: SERGE CASES

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FERNANDO FERNÀNDEZ (BURDEOS)
El doble medallista olímpico regresó a lo más alto del podio después de su oro en Manchester 2000 a los puntos y lo hizo con autoridad, demostrando que sabe cómo y cuando ganar las carreras cuando tiene un aliado de garantías. Sólo Ucrania (11 puntos) pudo resistir en las últimas vueltas el frenético ritmo del tándem español. Desde la primera vuelta, marcaron un fuerte ritmo en cabeza. Llaneras tiraba del grupo de cabeza, bajo la atenta vigilancia de Australia, Bélgica, Nueva Zelanda y la Rusia de Mikhail Ignatiev, quien le arrebató la gloria olímpica en Atenas. Llegaba el primer sprint puntuable y España presentaba sus credenciales.

Gálvez sumaba los tres primeros puntos y empezaba la cuenta. Fue cuando aparecieron los ucranianos Polatayko y Rybin, que forzaron el primer corte serio, la antesala de la vuelta ganada que más tarde llegaría. Se reservaron, pero no perdían de vista a sus adversarios. Lo eran todos, pero nadie contaba con Francia. Espoleados por una hinchada que abarrotaba el velódromo de Burdeos, Mathieu Ladagnous y Jerome Neuville -oro en scratch- lo intentaron. Sorprendieron a todos los candidatos mientras Nueva Zelanda perdía vuelta. Otra vez, la conexión Llaneras-Gálvez volvía a arañar tres puntos con un segundo puesto que empezaba a valer su peso en oro.

Pasada la vuelta 22, la alianza entre Holanda y Bélgica quiso dinamitar la prueba de Madison. Australia, Suiza y Dinamarca perdían fuelle merced a una caída sin consecuencias. Seguían cayendo rivales y el tercer sprint dejaba las cosas casi como estaban. Bélgica, Francia y Holanda compartían el podio provisional, pero España no perdía de vista la zona más noble de la clasificación. Alemania, con Guido Fulst lanzado, atacó, pero Neuville se unió enseguida y Gálvez no quiso perderse la fiesta.