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C.R.G.
La Cofradía del Santo Sudario de Sóller celebró el pasado sábado por la noche la última procesión de Semana Santa. Unos 300 vecinos de la localidad se sumaron a este acto religioso, que comenzó a las 20 horas y se prolongó durante dos horas aproximadamente.

Los miembros de la cofradía y los fieles ascendieron hasta el montículo de ses Tres Creus, simbolizando la entrada de los apóstoles al sepulcro, donde encuentran la Sábana Santa como testimonio de la resurrección. «Un momento muy emotivo», según explica José Antonio Darder, presidente fundador de la Cofradía del Santo Sudario. La réplica de la Sábana Santa fue descolgada de ses Tres Creus, escenario decorado con numerosas antorchas.

Una vez leído el evangelio, un dúo interpretó el «Ave Maria», de Schubert, en el monte y acto seguido se procedió al traslado del Santo Sudario hasta la iglesia parroquial de Sant Bartomeu. Durante el traslado, los cofrades y los vecinos realizaron una parada en el cementerio. Allí, se procedió de nuevo a la lectura de versículos evangélicos, se levantó el sudario y se realizó una plegaria en memoria de los fieles difuntos. Fue otro de los momentos más emotivos de la procesión.