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Fernando Fernández|BURDEOS
El mundo del ciclismo ya sabe que Palma es la siguiente escala para la pista. El Campeonato del Mundo de 2007 se presentó en sociedad ante lo más granado del deporte de las dos ruedas. Y lo hizo en la ciudad que antecederá a la capital balear como marco de uno de los eventos más singulares del panorama deportivo universal. La cita, del 29 de marzo al 1 de abril en el pabellón multiusos y velódromo de Sant Ferran.

Las obras de la emblemática instalación y los retrasos acumulados en las licitaciones, que tal y como adelantó Ultima Hora, se acercan a los dos meses y medio, generan preocupación en el entorno, pero el optimismo es el sentimiento generalizado en el seno del Comité Organizador y de la Unión Ciclista Internacional (UCI), cuyo presidente, el irlandés Pat McQuaid, quiso sellar con compromiso con Ciutat asistiendo a la puesta de largo de Palma.

Junto a él, la delegación balear desplazada, y encabezada por el director general de Esports, Pepote Ballester; el regidor de deportes del Ajuntament de Palma, Rafael Durán, y el director de Esports de s'Institut, Antoni Palerm, formó una mesa que completaron el presidente de la RFEC, Fulgencio Sánchez, el nuevo director técnico del proyecto de Sant Ferran, Sander Douma, y el ciclista David Muntaner, quien el sábado despidió su concurso en Burdeos y, ante la ausencia de un Joan Llaneras concentrado de cara a la prueba de americana, representó a la embajada balear que forma la selección española de pista.